¿Os gusta el ketchup? Entonces, tenéis que probar la salsa especiada de tomates secos. Es mi propuesta para recrear en casa una alternativa válida y sabrosa al ketchup industrial. Esta salsa casera es muy gustosa, no contiene conservantes, ni gluten ni lactosa, es natural; además, podemos preparar algunos tarros de más y conservarla durante mucho tiempo (como para las mermeladas). Al igual que el ketchup, la salsa especiada de tomates secos es adecuada para acompañar y dar sabor a carne, pescado, bruschettas, frituras; o para rellenar panettones gastronómicos, tartas saladas, sándwiches y así sucesivamente. Para poder apreciar plenamente aromas y sabores, esta preparación debe reposar durante unos días. La idea de esta salsa se me ocurrió hace tiempo, mientras buscaba en la red una receta válida para un buen ketchup casero que encontré aquí.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 7 Días
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 300 g
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 150 g tomates secos
- 1/2 cebolla blanca o amarilla
- 1 zanahoria
- 1 tallo apio blanco
- 1/2 diente ajo (sin el germen interno)
- 1 clavo de olor
- 1 pizca tomillo
- 1 pizca orégano seco
- 1 pizca pimentón dulce (o picante para una salsa de sabor más fuerte)
- 1 pizca canela en polvo
- 50 ml agua
- 25 g azúcar moreno
- 30 ml vinagre de manzana o de vino blanco
- 1 cuchara aceite de oliva virgen extra
Herramientas
- 1 Batidora / Mezcladora
Pasos
Paso 1-
Ponemos los tomates secos en un cazo con agua. Llevamos a ebullición y dejamos hervir durante unos 10 minutos o hasta que los tomates estén muy blandos (para obtener una salsa sin pieles molestas al paladar).
Escurrimos de inmediato, los troceamos y los ponemos en una batidora junto con todas las especias. Batimos hasta obtener una mezcla cremosa, lisa y aterciopelada. Si fuera necesario, podemos colar la crema a través de un tamiz para hacerla aún más aterciopelada.
Paso 2-
Picamos muy finamente zanahoria, cebolla, apio y ajo y los ponemos en una cacerola grande junto con el aceite de oliva virgen y sofreímos a fuego lento durante unos 8-10 minutos, hasta que la cebolla se vuelva transparente.
En este punto, añadimos la crema de tomates, el agua, mezclamos, cubrimos y continuamos la cocción en el fogón más pequeño, a llama baja, durante unos diez minutos.
Paso 3-
Pasado el tiempo, vertemos el azúcar y el vinagre, mezclamos bien y dejamos cocer la salsa especiada unos 10 minutos más, sin tapa, hasta que haya alcanzado una consistencia suave y cremosa.
Si la salsa se presenta demasiado densa para nuestros gustos o necesidades, podemos, mientras aún está en cocción, añadir un hilo de aceite o algunas cucharadas de agua (sin exagerar porque arruinaría el sabor final de la crema).
Por el contrario, si se presenta demasiado líquida, podemos agregar 1 cucharadita rasa de maicena disuelta en un par de cucharadas de agua caliente y mezclar hasta obtener la densidad deseada (en pocos instantes).
Ponemos la salsa especiada aún caliente en los tarros ya esterilizados. Cerramos y volteamos los tarros para crear el vacío. Los conservamos en un lugar fresco durante al menos una semana antes de consumirla; aunque la salsa especiada de tomates secos da lo mejor de sí después de unos 3 semanas de reposo.
Una vez abierta, la salsa especiada de tomates secos debe conservarse en la nevera.
Recomiendo usar tarros para conservas de pequeño tamaño, para evitar tener la salsa abierta demasiado tiempo.