La crema de castañas es una preparación muy versátil, sin gluten, sin huevo y, si se desea, también sin lactosa. Podemos usarla como postre de cuchara, como relleno o cobertura de tartas, pasteles, galletas, helados y profiteroles. Las preparaciones que os indicaré son dos: una realizada con castañas frescas cocidas (quizás sobrantes de recetas anteriores, así no desperdiciamos nada) y una realizada con harina de castañas (ideal cuando este fruto otoñal ya no está de temporada). En ambos casos se trata de recetas simples, facilísimas y muy sabrosas. La harina de castañas, además, conferirá a la crema una nota aromática rústica más marcada en comparación con el fruto fresco.
Recetas con castañas frescas y harina de castañas

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Métodos de Cocción: Hervido
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
- 500 ml leche (también sin lactosa)
- 50 g harina de castañas sin gluten
- 40 g cacao amargo en polvo sin gluten
- 100 g azúcar granulada
- 1 pizca sal fina
- 2 cucharaditas licor Strega
- 1 sobre vainillina
- 200 g castañas frescas peladas
- 1 g sal gruesa
- 1 hoja laurel
- c.s. agua
- 75 g queso crema
- 100 ml leche fría
- 40 g azúcar granulada
- 25 g cacao amargo en polvo sin gluten
- 1 sobre vainillina
- 1 cucharadita licor Strega
Preparación
Procedimiento con harina de castañas
En un cazo calentamos un poco la leche. Mientras tanto, en otro cazo, ponemos el azúcar, tamizamos la harina de castañas con el cacao, la vainillina y la pizca de sal. Mezclamos para amalgamar las harinas, vertemos la leche caliente, el licor y, con la ayuda de un batidor de acero, mezclamos, ponemos a fuego bajo y dejamos espesar, continuando a mezclar. Tardará un poco más de 5 minutos. En cuanto la crema se espese apagamos, la pasamos por un colador y la ponemos en un recipiente a enfriar. La crema de harina de castañas sin huevo está lista para usar.
Procedimiento con castañas cocidas
Después de eliminar la cáscara externa de las castañas, las ponemos en una cacerola con 1 gramo de sal gruesa y una hoja de laurel y las cubrimos con agua.
Tapamos y las cocemos durante unos 35-40 minutos o hasta que estén tiernas si las pinchamos con un tenedor. Cuidado con que no se deshagan, porque si no sería imposible eliminar también la piel adherida directamente al fruto.
Cuando las castañas estén cocidas, esperamos media hora antes de tocarlas para eliminar también la piel restante.
Después de pelarlas completamente, ponemos 150 gramos en una batidora con todos los demás ingredientes, excepto el cacao, y batimos hasta obtener una crema lisa y muy fluida.
Ahora unimos tanto el cacao como los restantes 50 gramos de castañas cocidas (reducidas a trozos); los incorporamos con una batidora al resto de los ingredientes. La crema de castañas sin huevo tomará cuerpo de inmediato, volviéndose de la densidad adecuada, ni líquida ni dura, perfecta para mil usos.
A este punto podemos decidir si disfrutar de la crema de castañas con una espolvoreada de cacao amargo, galletas de pasta frolla montada, madeleines; o si añadir nata montada para hacer esta crema aún más suave y deliciosa. En este caso, serán suficientes 100 ml. de nata fresca montada bien firme, para incorporar a la crema de castañas fría.