Las galletas de coco y chispas de chocolate están dedicadas a aquellos que, como yo, aman el aroma y el sabor de esta deliciosa fruta exótica. Estas exquisitas galletas no contienen gluten, lactosa, ni mantequilla o aceite ni yemas, y sin embargo son simplemente deliciosas. Podemos servirlas en el desayuno, la merienda o como postre para acompañar el café o el té. Son dulces muy fáciles y rápidos de preparar y son muy útiles cuando se tienen claras de huevo que gastar. Con estas cantidades se obtienen alrededor de 35-40 galletas de pequeño tamaño que se conservan en bolsas de alimentos. Duran hasta una semana sin perder sabor ni frescura. Las galletas de coco y chispas de chocolate, empaquetadas en bolsas, también son una buena idea para regalos.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 2 Horas
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 40
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes
- 4 claras de huevo
- 180 g azúcar granulado
- 200 g coco rallado
- 1 pizca sal fina
- c.s. ralladura de naranja o limón
- 1 pizca canela en polvo
- 1 pizca amoníaco para repostería
- c.s. chispas de chocolate
Preparación
Batimos, con una pizca de sal, las claras de huevo a punto de nieve. Añadimos muy delicadamente, con una espátula y con un movimiento de abajo hacia arriba, primero el azúcar, luego el amoníaco para repostería, la sal, la ralladura de naranja, la canela y, poco a poco, el coco. Incorporamos bien todos los ingredientes con cuidado.
Forramos una bandeja con papel de horno y con la ayuda de dos cucharillas cogemos una cantidad de masa equivalente a una nuez, le damos forma de bolita y la ponemos en la bandeja, dejando un dedo de distancia entre ellas, y continuamos hasta terminar la masa.
Decoramos las galletas de coco con las chispas de chocolate (si queremos, también podemos incorporarlas directamente a la masa) y las ponemos en la nevera durante dos horas (suelen prepararse por la mañana y se dejan en la nevera todo el día; se hornean, luego, por la noche y así están listas para el desayuno del día siguiente). Este paso en la nevera es importante porque evita que las galletas pierdan la forma al hornearse. Transcurrido el tiempo, encendemos el horno y lo llevamos a 170º.
Horneamos las galletas en el horno ya caliente durante unos 20 minutos. Estarán listas cuando la base de las galletas se torne dorada. Apagamos y sacamos las galletas de coco, que estarán muy blandas, pero que se endurecerán a medida que se enfríen. Al hornearse, nuestros dulces pueden expandirse un poco en la bandeja, pegándose unos a otros. No es un problema, porque una vez enfriados se despegarán fácilmente. Yo recomiendo comerlas después de que estén bien frías o al día siguiente, porque estarán aún más deliciosas y aromáticas.
