Es tiempo de calabaza y hoy me gustaría hablar de ello presentándoles mis ñoquis preparados con una masa a base de sémola de trigo duro y calabaza, aderezados con bechamel de setas. La calabaza es un vegetal que se puede utilizar y cocinar de muchas maneras diferentes. Existen diferentes tipos. No teniendo disponible la calabaza tipo «mantovana», más seca y por tanto más adecuada para hacer ñoquis, he utilizado la típica de mi zona, la «larga» de Nápoles, pero aún así he obtenido un excelente resultado y he logrado preparar unos ñoquis muy tiernos, que han aguantado tanto la cocción en agua como en horno, sin deshacerse. Este es solo uno de los modos de disfrutar esta maravilla de la naturaleza. Es una preparación adecuada para el almuerzo del domingo, colorida, alegre y no es excesivamente pesada. La calabaza, la bechamel y los ñoquis se pueden preparar con antelación, incluso el día anterior, y luego cocinarlos y ensamblar el plato final cuando sea necesario.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 1 Hora
- Porciones: 5 personas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes
- 800 g Pulpa de calabaza
- 350 g Sémola de trigo duro remolida
- 1 pizca Sal fina
- 700 ml Leche
- 40 g Mantequilla
- 40 g Harina 00
- c.s. Sal fina
- c.s. Pimienta
- c.s. Nuez moscada
- 200 g Setas mixtas frescas o congeladas
- 3 cucharadas Queso rallado
Preparación
Empezamos preparando la calabaza. En una olla grande ponemos la calabaza cortada en trozos grandes y cubrimos a ras con un poco de agua.
Cocinamos a fuego lento, hasta que la calabaza esté tierna.Cuando esté blanda, la escurrimos bien y la trituramos.
Ponemos nuevamente el puré en la olla (sin el agua de cocción) y, a fuego lento, lo dejamos secar durante unos diez minutos, removiendo constantemente para evitar que se pegue a la olla o que se queme (si usáis calabaza tipo «mantovana» cortadla en trozos grandes, ponedlos en una bandeja con papel de horno, a media altura, a 180* y cocinad por unos 30 minutos o hasta que notéis que está tierna y seca para poder ser machacada o triturada).
Preparamos la masa para los ñoquis
Transferimos el puré de calabaza a un bol, añadimos una pizca abundante de sal y la sémola, poco a poco.La cantidad de sémola absorbida depende de la calidad de la calabaza y podría necesitarse un poco más o menos; por eso aconsejo añadirla poco a poco.
Amasamos con las manos, hasta alcanzar la consistencia adecuada, es decir, una masa suave, facilísima de trabajar, pero compacta; está lista cuando ya no se pega a las manos. Cubrimos la masa y la dejamos reposar durante 30 minutos.
Mientras tanto, limpiamos las setas y las cortamos en pedazos. Las transferimos a una sartén antiadherente, a fuego lento, cubrimos y dejamos que pierdan parte de su agua de vegetación (paso que se realiza solo si se utilizan setas frescas).
Preparamos la bechamel como se describe aquí. Después de haber añadido la leche fría al roux de mantequilla y harina, añadimos las setas, la sal, la nuez moscada y llevamos a cocción nuestra bechamel.
Formamos los ñoquis. Tras media hora, espolvoreamos la superficie de trabajo con un poco de harina, separamos pedazos del bloque de masa y formamos bastones para cortar en trozos del mismo tamaño (para una cocción uniforme). Utilizando la parte trasera de un rallador, los dientes de un tenedor o la herramienta especial para estampar la pasta, decoramos nuestros ñoquis con mucha delicadeza.
Llevamos a ebullición abundante agua con sal, cocemos los ñoquis pocos a la vez, hasta terminarlos. Los escurrimos muy bien, por favor.
Para la cocción de los ñoquis podéis guiaros de esta manera: apenas suban a la superficie probadlos y si están bien cocidos, incluso el centro, escurridlos; de lo contrario, dejadlos por algunos segundos más (el tiempo de cocción depende de su tamaño).
Precalentamos el horno a 200*. Ponemos un poco de bechamel de setas en el fondo de la bandeja. Cuando todos los ñoquis estén cocidos, los mezclamos bien con la bechamel restante y transferimos todo a la bandeja, añadimos queso parmesano rallado y al horno, en la parte más baja, durante unos 15/20 minutos o hasta que se forme una bonita costra dorada.
