Hoy no os propongo una receta verdadera y propia, sino una sugerencia, una idea sabrosa y rápida para el almuerzo, es decir, bocadillos rellenos, en particular bocadillos con salami provola y tomates. Son muy prácticos, una delicia para disfrutar en la oficina, en la playa, en un picnic. Son facilísimos de preparar y se pueden enriquecer y personalizar con especias, mayonesa, yogur griego, etc…Para realizar estos suculentos bocadillos, podemos usar lo que ya tenemos en casa como pan de molde, o pan tanto blanco como integral, incluso sin gluten. Para dar un toque extra, podemos pasar rápidamente las rebanadas de pan por la parrilla. Os dejo aquí abajo algunas salsas de consistencia fluida a base de yogur, frescas, perfectas para acompañar los bocadillos rellenos. Dentro del blog, además, encontraréis muchísimas otras recetas de salsas o cremas de consistencia más densa, para dar un toque extra a nuestros rellenos, no solo para bocadillos.

- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano
Ingredientes
- 8 rebanadas pan (también sin gluten)
- 70 g salami (u otro embutido al gusto)
- 150 g provola
- 2 tomates para ensalada (grandes)
- c.s. salsa o crema (opcional)
Pasos
Lavamos y cortamos en rodajas los tomates, procurando eliminar el exceso de líquido de vegetación.
Cortamos en rodajas finas la provola (podemos usar tanto la fresca como la semicurada) y escurrimos cualquier suero de leche.
Pasamos las rebanadas de pan por la parrilla bien caliente durante unos minutos (operación opcional).
Asamos el pan por ambos lados durante unos segundos.
Cuando las rebanadas de pan estén listas, añadimos, finalmente, el salami y los tomates y los disfrutamos acompañados de un buen vaso de cerveza fría o con esta bebida sin alcohol muy sabrosa, perfecta también para los niños o los abstemios.
Si no los vamos a consumir de inmediato, envolvemos nuestros bocadillos con salami, provola y tomates en papel de horno y luego los sellamos bien en papel film y los conservamos en la nevera hasta el momento de consumirlos, pasándolos, quizá, por el horno, o el microondas.
La idea extra. Mientras el pan aún está en la parrilla, podemos colocar las rodajas de provola encima para que se derritan más.
Bon appetit