Los bretzel son un típico pan alemán con una forma particular, con una corteza dorada y crujiente cubierta de sal gruesa.
La característica de los bretzel es la doble cocción. La receta original prevé la primera cocción con sosa cáustica, mientras que en la versión «casera» se utiliza bicarbonato de sodio, y una segunda cocción en el horno.
¡Excelentes recién salidos del horno! ¡Esponjosos por dentro y crujientes por fuera!
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 250 g harina Manitoba (380W)
- 135 g agua fría
- 10 g azúcar granulada
- 5 g levadura fresca
- 5 g sal fina
- 25 g mantequilla
- c.s. agua
- 30 g bicarbonato
- sal gruesa
Herramientas
- Bandeja
- Papel de horno
- Espumadera
- Olla
- Film transparente
- 1 Paño de cocina
Pasos
La preparación de la masa es una fase muy importante para el éxito de la receta.
Masa hecha a mano. Forma una fuente con la harina, desmenuza la levadura en el centro, añade el azúcar y vierte parte del agua. Incorpora parte de la harina y deja reposar unos minutos para activar la levadura. Posteriormente añade la sal, la mantequilla y el agua restante. Amasa durante mucho tiempo hasta obtener un bollo liso y uniforme. Cubre con film transparente y deja reposar 20 minutos.
Masa con robot de cocina. Coloca en el vaso todos los ingredientes sustituyendo parte de la cantidad de agua (2/3) con cubitos de hielo. Acciona durante 30 segundos a máxima velocidad y luego transfiere la masa a la superficie de trabajo. Amasa y forma una bola, luego cubre con film transparente y deja reposar 20 minutos.
Recupera la masa y divídela en 4 partes iguales. Trabaja cada parte llevando varias veces los extremos hacia el interior. Forma cordones con los extremos afinados, anuda los cordones dando la forma típica de los bretzel. Toma los dos extremos con las manos y crúzalos dos veces, luego fija los extremos rebajándolos sobre la parte superior.
Vierte un poco de agua en una bandeja de horno, extiende una hoja de papel de horno y coloca los bretzel.
Cubre con el film transparente y deja levar durante aproximadamente una hora y media – dos.
En una olla grande lleva a ebullición abundante agua con 30 gramos de bicarbonato. Sumerge los bretzel levados durante 40 segundos. Cuando suban a la superficie, sácalos con ayuda de una espumadera y colócalos sobre un paño seco y limpio para que se sequen.
Precalienta el horno a 220 grados. Coloca los bretzel en la bandeja cubierta con papel de horno y espolvoréalos con sal gruesa en escamas. Una vez alcanzada la temperatura, cocina en el horno durante unos 20 minutos o hasta que tengan el típico color marrón de los bretzel.
Retira con cuidado del horno y déjalos templar.
Puedes acompañarlos con embutidos, quesos y disfrutarlos con una cerveza.

