El verano es la temporada preferida para los pimientos, al igual que para las berenjenas, tomates y calabacines, pero ahora se pueden encontrar todo el año en los estantes de los supermercados.

Son muy versátiles y se prestan a diversas preparaciones, la combinación con las cebollas os gustará muchísimo… pero veamos cómo se preparan en agridulce.

Después de lavar y secar los pimientos, cortar el pedúnculo alrededor, partirlos por la mitad y quitar las semillas internas y las costillas internas. Enjuagarlos nuevamente bajo agua corriente y secarlos con un paño de papel. Cortarlos en tiras y reservar. Limpiar las cebollas y cortarlas en tiras, no demasiado finas para evitar que se quemen durante la cocción. Transferir los pimientos y las cebollas a un bol y condimentar con 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, mezclar bien y transferirlos a la bandeja, añadiendo muy poca agua. Iniciar la cocción en modo Air Fry a 200°C durante 10 minutos, mezclando un par de veces. Mientras los pimientos y las cebollas se cocinan, preparar en una taza o bol una emulsión con 20 g de azúcar moreno, 10 g de vinagre y 10 g de glaseado de vinagre balsámico. Terminada la primera cocción, salar los pimientos y las cebollas, añadir la emulsión y mezclar bien, continuando la cocción a 240°C durante otros 10 minutos o hasta que la emulsión se caramelice.

Perfectos para combinar con pescados como atún o filetes de carne.