Las trufas con pasta de almendra y naranjas confitadas son unos deliciosos dulces que se preparan en poquísimos minutos, ¡pequeñas bolitas perfumadas y muy golosas!
Son tan buenas que una lleva a otra, adoro este maridaje de sabores intensos que seguramente conquistará también a vosotros.
Una receta sencillísima compuesta por una masa suave triturada de cáscaras confitadas con pasta suave de almendra, dos ingredientes dulces y perfumados con la adición de cacao amargo que con el toque aromático rompe el sabor muy dulce de estas trufas.
Estos bombones son perfectos para un postre acompañado de un té o café, ¡excelentes para preparar en las fiestas navideñas incluso como regalo casero!
Para el buen resultado de las trufas se necesitan buenas cáscaras confitadas y perfumadas preparadas en casa, os recomiendo leer mi receta y prepararlas vosotros, el procedimiento es simple.
Si no encontráis la pasta de almendra o mazapán, sustituir la misma cantidad con almendras y azúcar triturados.
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- Tiempo de reposo: 10 Minutos
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 15 piezas
- Métodos de Cocción: Sin cocción
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las temporadas
Ingredientes para las trufas con pasta de almendra y naranjas confitadas
- 100 g Pasta de almendra
- 100 g Cáscaras confitadas de naranja
- c.s. Cacao amargo en polvo
Instrumentos
- 1 Batidora
- 1 Bol
- 1 Colador
Preparación para las trufas con pasta de almendra y naranjas confitadas
La preparación de estos dulces es muy sencilla y rápida y solo se necesitan 3 ingredientes.
Pesa e introduce las cáscaras confitadas de naranja en el recipiente de la batidora, pon la velocidad y tritúralas gruesamente.Toma la pasta de almendra, debe estar muy suave, de lo contrario la cortas, la trituras y mezclas con las cáscaras confitadas. Si no encuentras pasta de almendra, puedes usar mazapán.
O sustituir el peso de la pasta de almendra con almendras, azúcar granulada y un chorrito de zumo de naranja para hacer la masa suave, luego añadir las cáscaras confitadas de naranja trituradas.
Ahora prepara las trufitas, toma trocitos de masa y redondea con la palma de las manos formando muchas bolitas. Colócalas sobre una hoja de papel de horno, si están muy suaves, ponlas a enfriar durante 10 minutos en el congelador.
Después de enfriar, revuélvelas bien en el cacao amargo, espolvorea nuevamente con la ayuda de un colador, pon en un recipiente y sirve tus trufitas, ¡buenas frías de nevera!
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Anna aconseja…
Conserva las trufitas en una caja cerrada en la nevera y consúmelas en una semana.
Si las encuentras demasiado dulces, pon menos pasta de almendra y más cáscaras confitadas.
La cobertura de cacao amargo también se puede sustituir con chocolate negro fundido.
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