Pasos

• Preparamos la masa quebrada.

  Mezcla el azúcar con la harina tamizada (y la levadura si lo prefieres).

  Ponla en forma de volcán sobre una mesa de trabajo, haz un hueco en el centro donde añadirás la mantequilla cortada en trocitos, trabaja con los dedos hasta obtener una mezcla arenosa.

  Añade los huevos, la piel rallada del limón y una pizca de sal, amasa con las yemas de los dedos y luego con las manos rápidamente hasta formar una masa lisa y homogénea.

  Forma una bola y ponla en un paño limpio o en papel film en la nevera.

• Pon a calentar la nata con la leche.

  Con un batidor manual bate las yemas con el azúcar, apenas estén claras y espumosas añade la vainilla, mezcla y añade también la harina tamizada, mezcla de nuevo.

  Añade la leche con la nata caliente en hilo poco a poco siempre mezclando, una vez que todos los líquidos estén incorporados, lleva la mezcla al fuego.

  Mezcla continuamente hasta que la crema empiece a espesar y a volverse cremosa.

  Apaga el fuego y deja enfriar cubierta por papel film en contacto.

• Cuando la crema esté casi fría, podemos montar nuestra tarta.

  Enciende el horno a 170° estático.

  Unta con mantequilla un molde de 24 cm de alto al menos 4 cm.

  En una mesa de trabajo ligeramente enharinada, extiende la masa quebrada en una lámina de medio centímetro de grosor.

  Cubre el molde con la masa quebrada, incluidos los bordes.

  Recupera la crema y con el batidor bátela vigorosamente.

  Vierte la crema en el molde cubierto con la masa quebrada y nivela la superficie con una espátula.

  Hornea en la parte baja del horno (el estante justo encima de la base) y cocínala durante 40 minutos.

  Pasado el tiempo de cocción, saca la tarta del horno y déjala enfriar completamente.

  Cuando esté fría, ponla en la nevera.

• Mientras la tarta está en la nevera, preparamos el caramelo salado.

  Pon a calentar la nata en el fuego.

  Pon el azúcar en otro cazo y déjalo derretir a fuego bajo hasta que esté completamente derretido y se caramelice hasta volverse de un bonito color marrón.

  Cuando esté bien caramelizado, añade la mantequilla y la sal y mezcla con el batidor hasta que la mantequilla se haya derretido.

  Ahora, con cuidado, añade también la nata caliente y mezcla hasta que todo se vuelva cremoso.

  Deja templar durante 1015 minutos.

  Recupera la tarta de la nevera y vierte el caramelo salado encima en una capa uniforme.

  Deja enfriar y luego vuelve a poner en la nevera por al menos 2 horas (yo la dejé toda la noche)

• Pasado el tiempo de reposo en la nevera, recupera la tarta de la nevera.

  Espolvorea la superficie con azúcar moreno.

  Con un soplete o en el horno dejándola un minuto bajo el grill, haz que el azúcar se vuelva crocante quemándolo un poco.

• La Tarta de Crème Brûlée con caramelo salado está lista para ser disfrutada… ¡BUEN POSTRE!

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