Las albóndigas en berenjenas son una forma sencilla pero divertida de servir unas simples albóndigas de carne envueltas en berenjenas y colocadas sobre una rodaja de patata condimentada. Una forma sencilla también para convencer a los niños a comer ciertas verduras que quizás de otra manera no comerían.
Mientras tanto, os dejo la receta básica para preparar unas excelentes albóndigas de carne.
¿Curiosos? ¡Vamos a descubrir cómo se preparan estas albóndigas en berenjenas justo después de la foto como siempre!
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4 Personas
- Métodos de Cocción: Horno, Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano y Otoño
Ingredientes para las albóndigas en berenjenas
- 1 patata (grande)
- 1 berenjena
- 300 g carne picada de ternera
- 1 huevo
- 2 pizcas sal
- 2 pizcas pimienta
- 1 ramito perejil picado
- 1 cuchara aceite de oliva virgen extra
Preparación albóndigas en berenjenas
Preparad las albóndigas pelando y cortando la patata en rodajas finas.
Cocinadlas en abundante agua ligeramente salada durante 3 minutos, escurrid y reservad.
Cortad los extremos y cortad la berenjena en rodajas lo más finas posible.
En un bol, trabajad la carne picada con 1 huevo, sal, pimienta y perejil, luego formad las albóndigas un poco más grandes que una nuez.
En una tabla, colocad una rodaja de patata, una rodaja de berenjena y sobre ella una segunda rodaja para formar una cruz.
Colocad en el medio la albóndiga y luego cerrad los bordes de la berenjena para cubrir la albóndiga.
Fijad todo con palillos.
Enaceitad una fuente para horno, colocad las albóndigas una al lado de la otra.
Salpimentad la superficie y rociad con un hilo de aceite.
Hornead en horno precalentado a 180° durante 20 minutos aproximadamente.
Retirad del horno, quitad los palillos y llevad a la mesa aún muy calientes y…
¡BUEN PROVECHO!
Cómo conservar las albóndigas en berenjenas
Puedes conservarlas en la nevera en un recipiente hermético durante 2 días, alternativamente, una vez frías, puedes congelarlas y luego dejarlas descongelar a temperatura ambiente antes de calentar también en la sartén.
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