Ensalada de fresas y feta, un plato un poco alternativo respecto a las ensaladas clásicas adecuado para quienes quieren probar nuevos sabores. Completan el plato rúcula, arándanos y glaseado de vinagre balsámico que con su sabor dulce ácido ayuda a amalgamar y equilibrar los sabores de todos los demás ingredientes. Es un plato que te acompañará durante toda la temporada primavera/verano, perfecto para proponer como entrante y aperitivo o como un segundo sabroso y ecléctico. No necesita cocción y se prepara en un abrir y cerrar de ojos.

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Dificultad: Muy fácil
Costo: Económico
Tiempo de preparación: 10 Minutos
Porciones: 2 personas
Métodos de Cocción: Sin cocción
Cocina: Italiana
Estacionalidad: Primavera, Verano

Ingredientes

150 g fresas
70 g arándanos
200 g feta
60 g rúcula
60 g glaseado de vinagre balsámico
2 cucharadas aceite de oliva
1 pizca sal fina

Herramientas

1 Tabla de cortar
2 Platos

Preparación Ensalada de fresas y feta

Tome los platos o boles que desee usar y haga una buena cama de rúcula.
Limpie y lave las fresas y luego córtelas en rodajas de unos 3/4 milímetros de grosor y colóquelas de manera aleatoria sobre la cama de rúcula.
Ahora tome el bloque de feta, séquelo con papel absorbente y luego desmenúcelo de manera no uniforme sobre las fresas y la rúcula.
Por último, añada también los arándanos, bien lavados y secos.
Condimente con aceite de oliva, una pizca de sal al gusto y con el glaseado de vinagre balsámico.
Y voilá… su ensalada de fresas y feta está lista para llevar a la mesa y servir a amigos y familiares.