CHEESECAKE CON PERAS

Cheesecake con Peras al Vino Blanco: Cremosa y Sin Cocción (El Secreto para un relleno estable y Cremoso que no se desmorona)

Hay un dulce que, apenas llega la temporada de peras, sube directo a la cima de mi clasificación: la Cheesecake con Peras al Vino Blanco.
Este postre es perfecto para la temporada fría.

Pero el problema típico con las cheesecakes sin cocción es justamente el relleno: se teme que no se cuaje lo suficiente y se desborde una vez cortado, o al contrario, que quede gomoso debido a un uso inadecuado de la gelatina.
Te revelo el secreto para obtener un relleno estable, cremoso y aterciopelado en su punto justo:
Philadelphia a T.A.: El Philadelphia (o queso crema) debe estar a temperatura ambiente y trabajado bien antes de añadir la gelatina.

Esto garantiza una base homogénea y sin grumos.
Gelatina Templada: La gelatina hidratada debe ser disuelta en nata caliente, pero luego es crucial dejarla enfriar antes de añadirla a la mezcla de Philadelphia.

Si añades la gelatina caliente, estropeas la cremosidad del queso y la emulsión.
Las peras Williams, cocidas lentamente en un baño aromático de vino blanco y canela, son la verdadera estrella. Olvida el horno: esta receta se convertirá en tu as bajo la manga para toda la temporada.

  • Dificultad: Fácil
  • Costo: Medio
  • Tiempo de reposo: 4 Horas
  • Tiempo de preparación: 30 Minutos
  • Porciones: 8
  • Métodos de Cocción: Cocina
  • Cocina: Italiana

Ingredientes CHEESECAKE DE PERAS

  • 230 g galletas Digestive
  • 110 g mantequilla (derretida)
  • 750 g queso cremoso (Philadelphia)
  • 170 ml nata fresca líquida
  • 100 g azúcar granulada
  • 1/2 vaina vainilla
  • 10 g gelatina en hojas
  • 4 peras Williams
  • 900 ml vino blanco seco
  • 160 g azúcar moreno
  • 1 canela en rama
  • peras

Herramientas

  • Balanza de alimentos
  • Molde desmontable
  • 2 Cuencos
  • Batidora
  • Batidora eléctrica
  • Cazo
  • Espátula

Procedimiento CHEESECAKE DE PERAS

  • Pulveriza las galletas en la batidora. Añade la mantequilla derretida (templada) y mezcla bien hasta obtener una mezcla arenosa y húmeda.
    Forra un molde desmontable de 22 cm con papel de horno. Vierte la mezcla y presiona con el dorso de una cuchara para crear una base homogénea.
    Refrigera mientras continúas con las otras preparaciones.

  • Pela, parte por la mitad y elimina el corazón de las peras. En una cacerola, lleva a ebullición el vino con el azúcar moreno y la canela. Sumerge las peras y cuece a fuego medio durante unos 15 minutos por cada lado (o hasta que estén tiernas pero aún íntegras).
    Saca las peras con una espumadera y déjalas enfriar en un plato. Deja reducir el fondo de cocción del vino en el fuego hasta que esté denso y almibarado. Deja enfriar también el almíbar. Corta las peras frías en cubitos, reservando algunas enteras o a la mitad para la decoración.

  • Pon las hojas de gelatina en remojo en agua fría durante el tiempo indicado en el paquete (unos 10 minutos). En un cuenco, monta el Philadelphia (a temperatura ambiente) con el azúcar, las semillas de vainilla y 150 g de nata fresca líquida, hasta obtener una crema homogénea.
    En un cazo, calienta la nata fresca restante. Escurre bien la gelatina ablandada y disuélvela completamente en la nata caliente. Deja enfriar. Añade la mezcla de nata y gelatina a la mezcla de Philadelphia, amalgamando bien con una espátula.

  • Vierte el relleno sobre la base de galletas enfriada. Alisa y pon en la nevera por al menos 4 horas (o, mejor, toda la noche). Desmolda la cheesecake. Transfiérela al plato de servir. Decora la superficie con los cubitos de peras al vino blanco, los granos de granada y el almíbar reducido.

Notas Ingredientes y Sustituciones

Las Peras (Williams): Son recomendadas porque mantienen bien la forma. Puedes sustituirlas con peras Kaiser para un sabor más rústico.

Mantequilla (Base): La mantequilla debe ser de excelente calidad. Para una base vegana o más ligera, puedes sustituir la mantequilla con 80 g de aceite de coco derretido.

Azúcar Morena Demerara: Aporta una nota de caramelo ahumado, pero puedes usar azúcar granulada tradicional con las mismas dosis.

Vino Blanco: Usa un vino seco pero no demasiado ácido (como Pinot o Trebbiano). Para una versión sin alcohol, sustituye el vino con zumo de manzana o zumo de uva blanca.

Gelatina Alimentaria: No puede ser omitida en esta receta sin cocción.

Conservación

La cheesecake debe conservarse en la nevera y se mantiene en perfecto estado por 3-4 días. Al ser una preparación sin cocción y contener nata fresca, no es apta para congelar ya que la consistencia del relleno podría desgranarse tras la descongelación.

Alternativas y Variantes de Receta

Peras al Vino Tinto (Sabor Intenso): Sustituye el vino blanco con 900 ml de vino tinto robusto (ej. Chianti). Esto dará a las peras un color más intenso y un sabor más fuerte, perfecto para quienes aman los sabores más pronunciados.

Cheesecake Especiada: Añade 1 cucharadita de canela en polvo y una pizca de nuez moscada a la mezcla de galletas de la base.

Cobertura Deliciosa: Antes de servir, vierte 50 g de chocolate negro derretido al baño maría sobre la cheesecake, dejando que caiga por los lados.

Uso y Maridajes Perfectos

Esta cheesecake es ideal como postre para finalizar una comida de otoño o como dulce para llevar a una invitación.

Vino: Sírvela con un vino Passito o un Vin Santo toscano. Sus notas dulces y licorosas se combinan magníficamente con el sabor especiado de las peras cocidas.

Licor: Un pequeño vaso de Grappa Barricata o Brandy puede acompañar las notas cálidas de la canela.

Las Peras al Vino: Un Origen Campesino y Sabroso

La técnica de cocinar la fruta en vino o en jarabes especiados (como los melocotones en almíbar o las manzanas cocidas) tiene sus raíces en la tradición campesina europea. Era un método ingenioso y sabroso para conservar la fruta abundante del otoño y, al mismo tiempo, para añadir sabor y calidez a los platos invernales. La cocción en vino y azúcares crea un ambiente hostil para las bacterias, y especias como la canela eran valiosas para aromatizar, transformando una simple fruta en un postre elaborado para ocasiones especiales.

El Secreto del Relleno Estable (y No Gomoso)

Uno de los mayores miedos de quien prepara la cheesecake sin cocción es que el relleno quede demasiado blando o, al contrario, se vuelva gomoso. La solución está en la gelatina: una vez disuelta en la nata caliente, debe ser templada antes de ser añadida al queso. Si la gelatina está hirviendo o la nata está demasiado fría, se formarán molestos filamentos. Trabajando todos los ingredientes (excepto la nata montada) a temperatura ambiente, garantizas una amalgama perfecta y una consistencia final increíblemente aterciopelada!

FAQ (Preguntas y Respuestas)

  • 1. ¿Puedo preparar la cheesecake con mucha antelación?

    Respuesta: Absolutamente sí. La cheesecake es perfecta si se prepara el día anterior. El largo reposo (al menos 8-12 horas) en el frigorífico garantiza que el relleno se estabilice perfectamente, haciendo la cheesecake más fácil de cortar y aún más cremosa.

  • 2. ¿Tengo que pelar las peras necesariamente?

    Respuesta: Se recomienda. La piel de las peras Williams, aunque no es particularmente gruesa, puede arruinar la suavidad de la fruta cocida y no es agradable en un dulce tan refinado. Pelarlas garantiza una textura uniforme.

  • 3. ¿Puedo usar clavos de olor además de la canela?

    Respuesta: ¡Claro! Para un sabor más intenso y «navideño», puedes añadir 2-3 clavos de olor enteros al vino durante la cocción de las peras. Recuerda retirarlos antes de hacer reducir el almíbar.

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atavolacontea

A la Mesa con Tea: platos al alcance de todos, a menudo hechos con ingredientes que ya se tienen en casa, prestando atención también a la presentación y al aspecto. ¿Mi lema? "¡Transformaremos lo ordinario en extraordinario porque en la cocina no todo es tan difícil como parece!"

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