Cheesecake de Calabaza y Caramelo Salado: El Secreto para un Relleno Sin Grietas y un Caramelo Perfecto
Me encantan todas las cheesecakes y me gusta experimentar con nuevas versiones: esta Cheesecake de Calabaza y Caramelo Salado combina sabores diferentes en un solo postre.
Pero quienes las preparan saben que cada versión, cocida o cruda, presenta sus dificultades. En esta receta, el problema principal es doble:
Relleno con Grietas: La cheesecake cocida (tipo New York) a menudo se agrieta y se rompe en la superficie debido a un choque térmico o a una cocción demasiado agresiva.
Caramelo Difícil: El caramelo salado puede fácilmente cristalizarse (volverse granuloso) o quemarse (volverse amargo).
Te revelo el secreto para obtener un relleno liso y un caramelo perfecto:
Cocción Lenta (Cheesecake): Para evitar grietas, debes cocinar la cheesecake a baja temperatura y prolongada y, sobre todo, dejar que se enfríe lentamente dentro del horno apagado (dejando la puerta entreabierta). Esto previene el choque térmico.
Caramelo en Seco: Para el caramelo, debes derretir el azúcar a seco (sin agua) y sin remover hasta que esté dorado. La adición de mantequilla y nata (¡templadas!) debe hacerse lentamente para evitar que el caramelo se endurezca.
Su textura aterciopelada combina a la perfección con la base crujiente y el irresistible contraste del caramelo salado.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 3 Horas
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Tiempo de cocción: 1 Hora 20 Minutos
- Porciones: molde de diámetro 20/22
- Cocina: Italiana
Ingredientes CHEESECAKE DE CALABAZA CON CARAMELO SALADO
- 180 g galletas Digestive
- 80 g mantequilla (derretida)
- 1 cucharadita canela en polvo
- 450 g queso crema
- 2 huevos (+ 1 yema)
- 150 g azúcar
- 100 ml nata agria
- 125 g calabaza mantovana (puré)
- 2 cucharadas leche
- 190 ml nata fresca líquida
- 260 g azúcar granulado
- 120 g mantequilla (fría en cubos)
- 10 g sal fina
Herramientas
- Báscula de cocina
- Cacerola
- Batidora
- Molde desmontable
- Bol
Procedimiento CHEESECAKE DE CALABAZA CON CARAMELO SALADO
Pela la calabaza (necesitarás unos 300 g cruda), elimina las semillas y córtala en rodajas de 1 cm de grosor. Cuécela en el horno a 180°C durante 15 minutos, o hasta que esté tierna. Déjala enfriar y tritúrala con la nata agria y la leche hasta obtener un puré liso. Mientras tanto, tritura finamente las galletas con la canela, añade la mantequilla derretida y compacta la mezcla en la base de un molde desmontable de 20 cm, forrado con papel de horno. Hornea a 180°C durante 10 minutos, luego retira del horno y deja enfriar.
En un bol, bate los huevos enteros y la yema con el azúcar hasta obtener una mezcla clara y espumosa. Añade el queso crema, el puré de calabaza y el resto de la nata agria, removiendo suavemente hasta obtener una crema homogénea y sin grumos.
Vierte la crema sobre la base de galletas y cuece en el horno estático a 160°C durante aproximadamente 1 hora. La cheesecake estará cocida cuando aún esté ligeramente temblorosa en el centro (se endurecerá completamente al enfriarse). Déjala enfriar gradualmente en el horno apagado y con la puerta entreabierta, luego transfiérela al frigorífico durante al menos 3 horas.
En una cacerola de fondo grueso, derrite el azúcar a fuego medio/bajo sin removerlo. Gira la cacerola de vez en cuando para favorecer un derretimiento uniforme. Cuando tenga un color dorado, retira del fuego, añade la mantequilla fría y la sal, removiendo enérgicamente. Vierte lentamente la nata caliente (¡ten cuidado con el vapor!) y sigue removiendo hasta que obtengas una salsa lisa y sin grumos. Deja que se enfríe en un tarro.
Al momento de servir, cubre cada porción de cheesecake con una generosa cucharada de caramelo salado.
Notas sobre los ingredientes y posibles sustituciones
Calabaza: Lo ideal es la calabaza mantovana, pero también puedes usar butternut u otras variedades que no sean demasiado acuosas.
Galletas: En lugar de Digestive, puedes usar galletas secas, de mantequilla o incluso galletas especiadas (tipo Speculoos) para un toque extra.
Queso crema: Elige un queso de buena calidad. La nata agria puede ser sustituida por yogur griego entero para un resultado similar.
Caramelo: Para una versión más rápida, puedes usar caramelo salado ya preparado, pero el casero tiene un sabor completamente diferente.
Conservación
La cheesecake se conserva en el frigorífico durante 3-4 días, cubierta con film o en un recipiente hermético. También se puede congelar ya porcionada. Para descongelarla, déjala en el frigorífico durante varias horas.
Alternativas y variantes para todos los gustos
Cheesecake de calabaza y chocolate: Añade 50 g de chocolate negro derretido a la mezcla para un sabor más intenso.
Base sin gluten: Usa galletas secas sin gluten para una versión apta para todos.
Cheesecake especiada: Añade a la mezcla una combinación de especias como nuez moscada, jengibre y clavo para un sabor aún más otoñal.
Uso y combinaciones
Esta cheesecake es un postre perfecto para cualquier ocasión. Combina de maravilla con una pizca de canela o con nueces pecanas picadas sobre la salsa de caramelo. Puedes servirla con una copa de vino dulce o licoroso.
Orígenes e historia de la cheesecake
El origen de la cheesecake es mucho más antiguo de lo que se piensa. La primera «tarta de queso» data de la antigua Grecia, servida a los atletas durante los Juegos Olímpicos. A lo largo de los siglos, la receta ha evolucionado, viajando por el mundo y adaptándose a diferentes culturas, hasta convertirse en el clásico postre que conocemos hoy. La variante de calabaza es una tradición típicamente americana, relacionada con las celebraciones de Acción de Gracias.
El secreto para la cheesecake perfecta
El verdadero secreto para una cheesecake sin grietas y de textura aterciopelada está en cómo la cocinas y la enfrías. No sobrepases la temperatura de 160°C y, una vez cocida, apaga el horno y deja que se enfríe en su interior con la puerta ligeramente entreabierta. Este paso, lento y gradual, evitará el choque térmico que generalmente causa las antiestéticas grietas en la superficie.
Por qué la calabaza y el caramelo son una combinación ganadora
La calabaza y el caramelo salado no solo son buenos juntos, sino que se complementan mutuamente. La dulzura natural y terrosa de la calabaza se realza y equilibra a la perfección con la nota salada del caramelo salado. El encuentro entre la suavidad aterciopelada de la crema y la crujiente capa de caramelo crea una experiencia sensorial única, un equilibrio de sabores y texturas que hace este postre irresistible.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
1. ¿Puedo usar calabaza ya cocida y congelada?
Sí, puedes usarla sin problemas. Solo asegúrate de descongelarla y escurrirla bien para eliminar el exceso de agua antes de triturarla para el puré.
2. ¿Puedo sustituir el queso crema?
Puedes usar ricotta o una mezcla de ricotta y mascarpone, pero la textura y el sabor pueden variar ligeramente.
3. Mi cheesecake se ha agrietado en la superficie, ¿por qué?
Las grietas suelen formarse debido a un exceso de cocción o a un enfriamiento demasiado rápido. Sigue los consejos de cocción y deja que el pastel se enfríe en el horno apagado, de manera gradual.

