Galletas Setembrinas: ¡un abrazo delicioso que sabe a otoño!
Septiembre, tiempo de vendimia, de colores cálidos y, naturalmente, de higos.
Y es con esta maravillosa fruta que nacen mis queridísimas Galletas Setembrinas, un verdadero capricho que encierra todo el sabor del verano que nos deja y la acogida del otoño que llama a la puerta.
¿Quién de vosotros no recuerda aquellas deliciosas galletas rellenas de mermelada de higos, perfectas para el desayuno o la merienda? Aquí está mi versión, un poco casera pero con ese toque extra que las hace simplemente irresistibles.
¡No os preocupéis, no es nada difícil prepararlas! La magia está toda en una masa quebrada suave y envolvente que abraza un relleno cremoso y aromaticísimo, elaborado con higos frescos y un toque de ralladura de limón.
Imagina el aroma que se desprenderá por la casa mientras se hornean… ¡pura felicidad! Son perfectas para mojar en leche, para acompañar un café humeante o para un té con las amigas.
En fin, un pequeño capricho que te hará enamorarte a la primera mordida. ¿Listos para meter las manos en la masa y traer un poco de magia setembrina a vuestra mesa? Venid, os revelo todos los secretos para unas galletas perfectas!

- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 1 Hora
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: aproximadamente 20 galletas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
Ingredientes Cantidades para aproximadamente 20-25 galletas
- 150 g harina 00
- 40 g almidón de maíz
- 60 g azúcar
- 10 g harina de avellanas
- 60 g mantequilla (fría)
- 1 huevo
- 30 ml leche
- 1/2 cucharadita levadura en polvo para dulces
- 300 g higos morados (peso de la pulpa ya limpia)
- 40 g azúcar
- 1/2 ralladura de limón
- 20 g amaretti
Herramientas
- Báscula de cocina
- Amasadora
- Papel de horno
- Sartén
- Bandeja de horno
Procedimiento GALLETAS SETEMBRINAS
En un bol grande (o en la amasadora), mezcla la harina 00, el almidón de maíz, la harina de avellanas, la levadura en polvo y el azúcar. Agrega la mantequilla fría cortada en trozos y comienza a trabajar hasta obtener una mezcla arenosa. Añade el huevo y la leche, y amasa rápidamente hasta obtener una masa suave y homogénea. ¡No trabajes demasiado la masa para no calentarla! Forma una bola, envuélvela en papel film y déjala reposar en el frigorífico durante al menos 20 minutos.
Mientras la masa descansa, dedícate al relleno. Lava los higos, pélalos y obtén 300 g de pulpa. Corta la pulpa de los higos en trozos grandes y colócala en una sartén antiadherente con el azúcar y la ralladura de medio limón. Mezcla bien y deja cocinar a fuego moderado durante aproximadamente 15 minutos con la tapa, hasta obtener una consistencia similar a una compota densa. Una vez listo, añade los amaretti finamente triturados en la batidora y mezcla bien. Deja enfriar completamente a temperatura ambiente.
Recoge la masa del frigorífico. Extiéndela sobre una hoja de papel de horno ligeramente enharinado, y extiéndela con las manos para darle una forma inicial. Cubre con otra hoja de papel de horno y con el rodillo obtén una lámina en forma de rectángulo de aproximadamente 26 x 22 cm y un espesor de ½ cm. Recorta los bordes. Corta el rectángulo por la mitad en el lado más largo.
Distribuye equitativamente la compota de higos en el centro de cada mitad. Cierra suavemente los dos bordes de la masa hacia el centro, creando un «cierre de cartera» que envuelva completamente el relleno. Transfiere los dos rollos con el papel de horno a una bandeja y colócalos en el frigorífico durante 1 hora o en el congelador durante 30 minutos: esto te ayudará a cortarlos más fácilmente.Precalienta el horno estático a 180°C. Recoge los rollos del frigorífico (congelador). Con la ayuda de una regla, mide bloques de aproximadamente 4 cm y márcalos con un pequeño corte. Corta cada bloque de 4 cm para obtener tus galletas rellenas. Colócalas en una bandeja revestida de papel de horno, con el cierre hacia abajo. Haz incisiones en la superficie con las púas de un tenedor (puedes también no hacerlo). Deja reposar nuevamente las galletas en el frigorífico durante 15-20 minutos.
Hornea las galletas en el horno estático precalentado a 180°C durante aproximadamente 16 minutos. La superficie permanecerá clara, pero la base estará ligeramente dorada. Una vez cocidas, déjalas enfriar completamente sobre la bandeja antes de manejarlas, ya que calientes son muy suaves y podrían romperse.
Notas sobre los ingredientes
Higos: El peso de 300 g se refiere a la pulpa ya limpia. Para obtener esta cantidad, necesitarás aproximadamente 10 higos de tamaño mediano. Si los higos son muy grandes, necesitarás menos. Es fundamental que estén frescos y bien maduros para un relleno dulce y aromático.
Harina de avellanas: Si no la encuentras, puedes sustituirla con el mismo peso de harina de almendras para un sabor diferente pero igualmente agradable.
Amaretti: Puedes sustituirlos con bizcochos de soletilla. Sirven para absorber el exceso de humedad de los higos y para dar estructura al relleno. Si no los tienes, la harina de avellanas es una excelente alternativa. También puedes usar galletas secas trituradas finamente.
Conservación
Las Galletas Setembrinas se conservan perfectamente en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 5-7 días. Gracias al relleno de compota de higos, permanecerán suaves durante mucho tiempo.
Variantes y alternativas
Con otra fruta: Puedes probar esta receta con otras frutas de temporada para el relleno, como ciruelas o albaricoques (en este caso, podrías tener que ajustar la cantidad de azúcar según la dulzura de la fruta).
Galletas con chispas de chocolate: Para un toque más goloso, añade 50g de chispas de chocolate negro trituradas al relleno de higos enfriado. ¡El contraste será delicioso!
Aromas diferentes: En lugar de la ralladura de limón, puedes usar una pizca de canela o de vainilla para aromatizar el relleno de higos.
Uso y combinaciones
Estas galletas son ideales para el desayuno, mojadas en leche o café, o para una merienda deliciosa con un buen té caliente. Son perfectas también para acompañar un café en la tarde o como pequeño postre al final de una comida. Con un buen vaso de vino dulce o un vino de postre, se convierten en un verdadero final de comida refinado.
Orígenes e historia de la receta
Las «Galletas Setembrinas» son dulces que evocan la tradición campesina, cuando se utilizaban los frutos de temporada para preparar conservas y dulces para disfrutar durante el invierno. Los higos, abundantes a finales del verano, eran protagonistas de muchas preparaciones. El propio nombre, «setembrinas», evoca el periodo de su recolección y la magia de ese mes que marca el paso entre dos estaciones. Su sencillez y el relleno genuino las convierten en un clásico intemporal de la repostería casera.
Un momento para ti: la pausa perfecta
Imagina: la luz cálida del sol de septiembre filtrándose por la ventana, una taza humeante de té o café y una de estas galletas crujientes. Un pequeño lujo diario que te regala un momento de paz y dulzura. Prepararlas ya es parte del capricho: el aroma que se difunde en la cocina, la satisfacción de crear algo bueno con tus propias manos. Cada bocado es un pequeño viaje en el sabor, una pausa del bullicio del día. No es solo una galleta, es un pequeño ritual, un instante de felicidad solo para ti.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
1. La masa me queda demasiado pegajosa, ¿qué puedo hacer?
Si la masa resulta demasiado pegajosa, puedes añadir una cucharadita de harina a la vez, trabajando rápidamente, hasta alcanzar la consistencia deseada. Recuerda que es una masa suave, por lo que no debe ser demasiado dura. Asegúrate también de que la mantequilla esté fría y no trabajes la masa durante mucho tiempo.
2. ¿Puedo usar mermelada de higos ya preparada para el relleno?
¡Claro! Si tienes poco tiempo, puedes usar mermelada de higos ya preparada de buena calidad. En este caso, omite el azúcar y los bizcochos de soletilla en la preparación del relleno y usa aproximadamente 300-350 g, asegurándote de que sea lo suficientemente densa.
3. Las galletas se abrieron durante la cocción, ¿por qué?
Esto puede suceder si el «cierre de cartera» no se ha sellado bien o si la masa no estaba lo suficientemente fría antes de cortarla. Asegúrate de presionar bien los bordes de la masa cuando envuelvas el relleno y no te saltes el paso del congelador, es fundamental para estabilizar los rollos antes de cortarlos y cocinarlos.