Pasta Ricotta y Nueces Cremosa: Un Primer Plato Rápido e Inolvidable
Cuando el deseo de un plato bueno, reconfortante y que no te haga pasar horas en la cocina se hace sentir, la respuesta es casi siempre una: ¡pasta!
Pero no cualquier pasta. Hoy te llevo a mi mundo de recetas «salva-cenas» con un gran clásico, que quizás ya hayas probado pero que, te aseguro, con esta versión se convertirá en tu as bajo la manga.
Estoy hablando de la pasta cremosa ricotta y nueces. Es el plato que preparo cuando tengo poco tiempo, pero no quiero renunciar a una explosión de sabor y mimos.
¿Su secreto? ¡Su sencillez!
Pocos ingredientes de calidad, un procedimiento casi trivial, y en un cuarto de hora te encontrarás frente a un plato que tiene todos los elementos para sorprender.
La cremosidad de la ricotta se fusiona perfectamente con la crocancia de las nueces tostadas, mientras que la corteza de limón añade un toque de frescura inesperado que lo hace increíblemente equilibrado.
No necesitas ser un chef estrellado para prepararla, solo basta con tener ganas de ponerse frente a los fogones y darse un verdadero capricho.
Ya seas un estudiante con el frigorífico medio vacío, un padre ocupado o simplemente alguien que ama comer bien sin estrés, esta receta está pensada especialmente para ti.
Y ahora, no perdamos tiempo y descubramos juntos cómo realizarla!

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Energía 377,35 (Kcal)
- Carbohidratos 31,47 (g) de los cuales azúcares 1,38 (g)
- Proteínas 14,39 (g)
- Grasa 21,24 (g) de los cuales saturados 4,63 (g)de los cuales insaturados 2,47 (g)
- Fibras 2,41 (g)
- Sodio 363,86 (mg)
Valores indicativos para una ración de 100 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes PASTA RICOTTA Y NUECES
- 360 g pasta
- 250 g ricotta
- 80 g nueces
- 1/2 corteza de limón
- 2 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 1 pizca pimienta negra
- c.s. sal fina
Herramientas
- Balanza de cocina
- Olla para pasta
- Tabla de cortar
- Cuchillo
- Sartén
PASTA RICOTTA Y NUECES PROCEDIMIENTO
Comienza calentando una sartén antiadherente a fuego medio. Tosta las nueces durante un par de minutos, revolviendo a menudo para evitar que se quemen. Tan pronto como sientas un aroma intenso, apaga el fuego. Tritúralas groseramente en una tabla de cortar: a mi me gusta que se sientan en los dientes, así que no las hagas demasiado finas! Ponlas a un lado.
Pon a hervir agua en una olla grande y agrégala sal tan pronto como alcance el punto de ebullición. Mientras tanto, en un bol, mezcla la ricotta, la mitad de las nueces trituradas, la corteza rallada de medio limón, el aceite de oliva y una generosa molida de pimienta. Mezcla bien todo. Si la mezcla es demasiado espesa, añade un par de cucharadas de agua de cocción de la pasta, que hará que la crema sea aún más lisa y aterciopelada. Prueba y, si es necesario, ajusta de sal.
Escurre la pasta al dente, reservando un cazo de agua de cocción. Transfiere la pasta a la sartén donde tostaste las nueces (o a otra sartén caliente) y añade la crema de ricotta. Mezcla a fuego bajo durante un minuto, añadiendo un poco de agua de cocción si es necesario, hasta que el condimento envuelva perfectamente cada fusillo. Sirve la pasta de inmediato, completando cada plato con las nueces trituradas restantes y un extra de pimienta negra y un chorrito de aceite de oliva en crudo.
Notas sobre los ingredientes y sugerencias para sustituciones
Ricotta: Puedes usar ricotta de vaca, de oveja o incluso una mezcla. Para una versión más ligera, puedes reemplazarla con yogur griego entero, que dará un sabor ligeramente más ácido, pero igualmente cremoso.
Nueces: Si no tienes nueces, puedes sustituirlas con almendras o anacardos. El sabor cambiará ligeramente, pero la crocancia está garantizada. Para una nota más «pobre» pero muy sabrosa, puedes usar también nueces de Brasil o piñones.
Limón: La corteza rallada es fundamental para dar frescura. Asegúrate de que el limón no esté tratado. Como alternativa, puedes usar una pizca de nuez moscada para un sabor más cálido y envolvente.
Conservación
La pasta ricotta y nueces da lo mejor de sí si se consume de inmediato, recién hecha. Si te sobra, puedes conservarla en un recipiente hermético en el frigorífico por un máximo de 1 día. Para recalentarla, añade un par de cucharadas de agua y caliéntala a fuego bajo, revolviendo suavemente.
Alternativas y variantes para todos los gustos
Versión vegetal: Usa ricotta de almendras o una crema de anacardos para un plato completamente vegano.
Añade verduras: Añade calabacines, espinacas, o kale salteados para un toque de color y un plato aún más nutritivo. Si usas espinacas, solo tendrás que unirlas a la crema de ricotta y mezclar todo junto.
Con un toque de hierbas: Añade hojas de menta o albahaca frescas al último minuto para un aroma aún más sorprendente.
Gourmet: Para un sabor más intenso, añade 20g de nueces pecanas y una cucharada de gorgonzola dulce a la crema de ricotta.
Uso y combinaciones
La pasta ricotta y nueces es un primer plato completo y delicioso para disfrutar solo. Combina perfectamente con una copa de vino blanco seco y ligero, como un Vermentino o un Sauvignon Blanc. Si deseas servir una comida completa, puedes acompañarla con una ensalada fresca de temporada simplemente aliñada con aceite y limón.
Origen e historia de la receta
Este plato no tiene un origen geográfico específico, pero encaja perfectamente en la tradición culinaria italiana basada en la simplicidad y la valorización de los ingredientes locales. Nueces y ricotta son ingredientes difundidos en toda Italia, desde las regiones del Norte con las nueces del Piamonte y del Trentino, hasta las del Sur donde la ricotta es un pilar de la gastronomía. Esta receta es el ejemplo perfecto de cómo unir dos ingredientes humildes para crear un plato rico en sabor, que ha conquistado las mesas de generaciones enteras.
¿Por qué la pasta con ricotta y nueces es tan especial?
Su fuerza reside en el contraste: la cremosidad aterciopelada de la ricotta, la crocancia irresistible de las nueces y la acidez delicada del limón. Es una armonía de sabores que satisface el paladar sin saturarlo. Además, se prepara en tiempo récord, convirtiéndose en la elección perfecta para quien quiera comer bien incluso cuando el tiempo apremia. No es solo una receta, es un auténtico mimo, un abrazo cálido que se saborea en cada tenedor.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
1. ¿Puedo usar una ricotta light?
Sí, puedes usar una ricotta light, pero ten en cuenta que el resultado será menos cremoso. En este caso, te recomiendo añadir unas cucharadas más de agua de cocción para que el compuesto sea más aterciopelado.
2. ¿Puedo preparar la crema con antelación?
¡Claro! Puedes preparar la crema de ricotta con antelación y conservarla en el frigorífico durante 1-2 días. Te recomiendo calentarla ligeramente antes de añadirla a la pasta y, si es necesario, alargarla con un poco de agua de cocción.
3. ¿Cuál es el formato de pasta ideal?
Para este condimento cremoso, los formatos cortos y acanalados como fusilli, penne o rigatoni son ideales. Las ranuras capturan perfectamente la crema de ricotta y las nueces trituradas, garantizando una experiencia de sabor completa en cada bocado.