PECHUGA DE POLLO AL LIMÓN
Para una cena durante la semana, si no sabes qué preparar y estás cansado de la típica pechuga de pollo, elige las Escalopas de Pollo al Limón, una receta fácil para un segundo plato sencillo y genuino que gustará a todos.
Nunca des por sentadas las recetas consideradas más banales, como los espaguetis con tomate; la pechuga de pollo al limón es una de ellas.
Una receta a base de ingredientes que todos tenemos en la nevera o en el congelador, preparada con carne de pollo que, si se cocina correctamente, puede ser increíblemente sabrosa como con esta salsita al limón.
Te bastarán pocos minutos para llevar a la mesa una carne suave y jugosa, con una costra dorada, acompañada de una deliciosa salsa de sabor ligeramente ácido.
Pocos y simples ingredientes para un plato de seguro éxito. La pechuga de pollo al limón es una receta facilísima perfecta para la cena de todos los días, lista en poco tiempo.
Existen muchas versiones de las Escalopas de Pechuga al Limón, en la receta que te propongo hoy, después de muchos intentos, he tratado de crear el equilibrio justo entre la acidez del limón, la salinidad de las alcaparras y el vino blanco para obtener una salsa cremosa y sabrosa pero no demasiado ácida.
En pocos pasos podrás crear este delicioso plato, una receta perfecta tanto para principiantes como para cocineros experimentados.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Energía 304,52 (Kcal)
- Carbohidratos 17,40 (g) de los cuales azúcares 0,63 (g)
- Proteínas 34,71 (g)
- Grasa 10,58 (g) de los cuales saturados 3,20 (g)de los cuales insaturados 1,72 (g)
- Fibras 0,80 (g)
- Sodio 571,14 (mg)
Valores indicativos para una ración de 160 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes
- 600 g pechuga de pollo
- 100 g harina 00 (para enharinar)
- 1/2 cucharadita sal
- 1/4 cucharadita pimienta negra (molida opcional)
- 2 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 1 nuez mantequilla
- 1/2 vaso vino blanco seco
- 2 cucharadas zumo de limón
- c.s. alcaparras (opcional)
- 1 cucharada perejil picado
Utensilios
- Sartén
Pasos
Si utilizas una pechuga de pollo entera, procede de la siguiente manera. Primero divide la pechuga a la mitad y antes de cortarla en rodajas elimina el huesecillo en forma de horquilla presente en la parte superior que une las dos mitades. Una vez cortada en dos, elimina también el cartílago blanco central. En este punto, córtala en rebanadas tratando de obtener rodajas del mismo grosor y bastante delgadas.
Sobre una tabla y ayudándote con un mazo de cocina, aplana las rodajas de pollo reduciendo notablemente su grosor. Golpéalas suavemente empujando el mazo hacia el exterior para evitar que la pulpa se rompa. Pica finamente el perejil y déjalo a un lado. Pon la harina en un plato e introduce cada trozo de pechuga de pollo presionando ligeramente para que la harina se adhiera, sacude el exceso.
Calienta en una sartén amplia 1 nuez de mantequilla y 2 1/2 cucharadas de aceite hasta que la mantequilla se haya derretido completamente. Coloca las rodajas de pollo enharinadas y dora por ambos lados, dándoles la vuelta después de un par de minutos. Ajusta de sal y pimienta y, a fuego alto, rocía con el vino blanco. Una vez evaporado el vino, baja el fuego y continúa la cocción por unos 10 minutos más, volteándolas de vez en cuando.
Mientras tanto exprime un limón para extraer su zumo y ralla un poco de la cáscara (solo si los limones son orgánicos y no tratados). Agrega a la sartén en los últimos instantes de la cocción del pollo el zumo de limón y algunas alcaparras. Espolvorea las escalopas con un poco de perejil fresco picado, dejando espesar a fuego vivo el fondo de cocción para formar una deliciosa crema lisa y homogénea. Sirve la Pechuga de Pollo al limón bien caliente con su salsita, aromatizando con un poco de pimienta y decorando con rodajas de limón.
NOTAS Y SUSTITUCIONES
POLLO Puedes comprar la pechuga de pollo entera y prepararla en casa o pedir que te la preparen en la carnicería o incluso comprar las rebanadas ya cortadas. Los tiempos de cocción varían ligeramente según el grosor de las rebanadas. Recuerda en cualquier caso que el pollo, también por motivos de salud, debe estar perfectamente cocido. Si tienes, utiliza un termómetro de carne para verificar su cocción. Para estar cocido, el pollo debe alcanzar una temperatura interna de 165 grados. Puedes preparar esta receta también con rebanadas de ternera.
HARINA El paso de las rebanadas de pechuga de pollo en la harina permite, durante la cocción, que la carne se selle quedando jugosa por dentro y formando una deliciosa costra exterior.
MANTEQUILLA y ACEITE: Yo he utilizado una mezcla de aceite y mantequilla porque esta última añade sabor al pollo y crea una salsa cremosa mientras que el aceite evita que el pollo se pegue a la sartén.
VINO Te recomiendo utilizar vino blanco seco como Pinot Grigio o Chardonnay. Puedes no poner el vino si prefieres y preparar el pollo al limón sustituyendo el uso de alcohol con caldo de pollo.
ZUMO DE LIMÓN Usa solo zumo de limón fresco recién exprimido de limones orgánicos.
ALCAPARRAS Si quieres, puedes añadir en los últimos minutos de cocción algunas alcaparras que añadirán al plato sabor y salinidad y compensarán el sabor ácido del limón. Puedes no añadir alcaparras si no te gustan o sustituirlas con aceitunas.
AJO Algunas recetas prevén la adición de ajo, personalmente no me gusta y por eso no lo he utilizado. Si es de tu gusto, puedes añadirlo cuando prepares la salsa.
CONSERVACIÓN
Las Escalopas de Pollo al Limón se conservan en la nevera cerradas en un recipiente hermético por un máximo de 2 días. Las sobras se recalientan muy bien en el microondas o en los fogones. También puedes congelar esta preparación y en este caso se conservan por un máximo de 1 mes. Cuando quieras consumirla, será suficiente descongelar el pollo en la nevera y luego ponerlo en el microondas o en el horno.