PIZZA A LA BOLOGNESA CON RAGÚ
Si hay algo de lo que he estado loca desde niña es por el ragú de carne a la boloñesa, podría comerlo todos los días. Me ha gustado tanto que a menudo, cuando mi madre me lo preparaba, en lugar de pasta pedía simplemente un plato lleno de salsa y un pan para disfrutarlo en toda su plenitud.
El ragú a la boloñesa hecho según la tradición se prepara utilizando carne picada mixta y puré de tomate como ingredientes principales, pero el verdadero truco para obtener una salsa intensa, rica y sustanciosa son los tiempos de cocción. Esta salsa se cocina durante horas a fuego lento para desarrollar su sabor típico.
Por eso, normalmente cuando se prepara el ragú a la boloñesa, se hace en gran cantidad y puede suceder que queden sobras. El intento de usar las sobras es lo que inspiró esta receta.
Había preparado, como de costumbre, una «cuffa» y ya que en el congelador tenía una reserva y de niña me encantaba comer pan y ragú decidí ponerlo sobre la masa de pizza: ¡y funcionó!
La pizza a la boloñesa con ragú de carne no solo es una receta súper rápida (siempre que ya tengas la salsa lista) sino también facilísima para preparar pizza casera, además de una excelente manera de usar el ragú a la boloñesa sobrante como alternativa a la pasta.
La pizza boloñesa es rica y sabrosa con trozos rellenos de ragú y queso fundido: se prepara untando el ragú a la boloñesa sobre la base de la pizza y luego adornada con mozzarella y parmesano.
Entonces, si no tienes idea de qué hacer con el ragú a la boloñesa sobrante, prueba esta receta de pizza, es tan buena que harás la salsa solo para probarla.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 2
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Energía 1.286,91 (Kcal)
- Carbohidratos 192,68 (g) de los cuales azúcares 11,81 (g)
- Proteínas 58,40 (g)
- Grasa 35,40 (g) de los cuales saturados 15,75 (g)de los cuales insaturados 10,17 (g)
- Fibras 8,59 (g)
- Sodio 2.049,93 (mg)
Valores indicativos para una ración de 400 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes
- 500 g harina 00
- 250 ml agua (tibia)
- 7 g levadura fresca
- 1 cucharada aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita sal
- 1/2 cucharadita azúcar
- 300 g ragú
- 125 g mozzarella
- 2 cucharadas queso parmesano rallado
- Algunas hojas albahaca (para decorar)
Herramientas
- Taza
- Tamiz
- Bol
- 2 Bandejas
Pasos
En una taza, mezcla 50 ml de agua tibia (retirándola del total de los ingredientes) con la levadura desmenuzada y el azúcar y deja reposar por unos minutos. Mientras tanto, tamiza la harina sobre una superficie de trabajo, añade la sal y haz un hueco en el centro. Comienza a verter la mezcla de agua y levadura en el centro de la harina, mezclando con una cuchara.
Continúa llevando la harina al centro gradualmente desde los lados y siempre mezclando. Añade el agua restante y también el aceite. Sigue agregando harina y mezclando hasta incorporar todo. Ahora amasa con las manos hasta obtener una masa lisa y elástica. Forma una bola y déjala reposar en un bol cubierto con un paño de cocina hasta que la masa haya duplicado su volumen (aproximadamente 1,5 – 2 horas).
Transfiere la masa a una superficie enharinada, divídela en 2 partes (para obtener 2 pizzas medianas) y extiende cada trozo de masa con un rodillo en círculos, de aproximadamente 0,5 cm de grosor. Coloca cada base de pizza en una bandeja engrasada con aceite de oliva.
Precalienta el horno a 250°C o la temperatura máxima del horno. Vierte unas cucharadas de ragú sobre la base de la pizza y distribúyelo con el dorso de la cuchara en una capa no muy gruesa. Hornea durante unos 10/12 minutos hasta que la pizza esté dorada alrededor de los bordes.
Saca la base del horno, añade la mozzarella cortada en trozos, el queso parmesano rallado y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Hornea hasta que el queso se haya derretido (unos 5 minutos). Saca la pizza boloñesa del horno, deja reposar un minuto antes de retirarla de la bandeja. Sirve decorando, a gusto, con más parmesano y algunas hojas de albahaca fresca.
NOTA
Para una pizza boloñesa rápida puedes utilizar una base de pizza precocida o una masa para pizza ya lista.
Puedes usar el ragú a la boloñesa hecho en casa o comprado en la tienda para preparar la pizza.
Para obtener una pizza más crujiente te recomiendo triturar la mozzarella y dejar escurrir el líquido en exceso.
CONSERVACIÓN
Para conservar las sobras de pizza en el frigorífico, colócala en un recipiente hermético o envuélvela en una bolsa de plástico para congelarla. Las sobras de pizza pueden durar hasta 3 días.
Para recalentar la pizza, la forma más sencilla es calentarla en el horno a 180°C durante 5-7 minutos. Alternativamente, puedes recalentarla en el microondas, solo coloca la pizza en un plato y caliéntala a máxima potencia durante 30 segundos.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿Qué es la pizza a la boloñesa?
La pizza a la boloñesa se prepara untando la salsa boloñesa sobre la base de la pizza y luego se adorna con mozzarella y parmesano
¿Qué es el ragú a la boloñesa?
El ragú a la boloñesa se prepara tradicionalmente utilizando carne picada y puré de tomate como ingredientes principales. Esta salsa se cocina durante horas a fuego lento para desarrollar el típico sabor intenso, rico y sustancioso.
¿Puedo usar/poner el ragú a la boloñesa en la pizza?
¡Por supuesto! el ragú a la boloñesa es perfecto para poner sobre la pizza. El sabor rico e intenso de la salsa aporta un sabor único a la base de la pizza