Risotto Champán y Gambas: La Elegancia Cremosa para una Cena Romántica Inolvidable
Si hay un plato que encarna perfectamente la elegancia y la celebración, es sin duda el Risotto Champán y Gambas.
Perfecto para una velada especial como San Valentín, un aniversario o simplemente para regalarse un momento de puro placer gourmet, este risotto es una verdadera obra maestra de sabores y texturas.
Imagina: la cremosidad envolvente del arroz Carnaroli, la efervescencia del Champán que se disuelve en un aroma embriagador, y la dulzura suculenta de las gambas, presentadas en dos texturas diferentes para una explosión de sabor!
La receta que os propongo es completa, porque incluye la preparación de un caldo de gambas casero: no os preocupéis, es facilísimo y marca una diferencia abismal, aportando una profundidad de sabor única que un caldo vegetal nunca podrá igualar.
Os guiaré paso a paso, desde el tostado perfecto del arroz hasta la mantequilla final que lo hará irresistible. ¿El toque final?
Un tartar de gambas marinado con limón, añadido crudo, que aporta una frescura sorprendente.
Y no olvidemos el Champán, utilizado tanto para desglasar el arroz como para ese toque chic de brindis!
Preparad vuestras copas, porque con este risotto, cada cucharada será una celebración.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 25 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
Ingredientes RISOTTO CHAMPÁN Y GAMBAS
- 320 g arroz Carnaroli
- 40 g mantequilla
- 375 ml champán (o Espumoso Método Clásico Brut)
- 800 g gambas
- 1 ramito perejil
- 1 cáscara de limón
- c.s.p. aceite de oliva virgen extra
- c.s.p. sal
- 1 pizca pimienta blanca
- gambas (los restos Cáscaras y cabezas de gambas)
- 3 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 2 l agua
- 2 tallos apio
- 1 zanahoria
- 2 puerros
- 2 tomates pera
- 1 ramita tomillo
- 2 ramitas albahaca
- c.s.p. sal
Herramientas
- Olla
- Colador
- Cacerola
- Bol
- Cucharón
- Batidor de mano
Procedimiento RISOTTO CHAMPÁN Y GAMBAS
Comienza por preparar el caldo, que dará al risotto un sabor inconfundible. Limpia las gambas, quitándoles el caparazón y el hilo intestinal (el intestino oscuro). Reserva las cáscaras y las cabezas. Corta groseramente el apio, la zanahoria (también con la piel), los tomates y los puerros. En una cazuela de bordes altos, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra y tuesta las verduras durante unos minutos a fuego alto. Agrega las cáscaras y las cabezas de las gambas, las hierbas aromáticas (albahaca y tomillo) y cubre con agua fría. Lleva a ebullición y deja hervir a fuego medio-bajo durante al menos 30 minutos. Filtra el caldo y mantenlo caliente.
Mientras el caldo hierve, prepara las gambas: corta en tartar la mitad de las gambas limpias (las que usarás crudas para la mantequilla) y la otra mitad córtala a lo largo. Condimenta el tartar con cáscara de limón rallada, perejil picado, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta. Mezcla y reserva en el frigorífico. En una sartén grande (la misma que usarás para el risotto), calienta un poco de aceite y dora las gambas cortadas a la mitad durante unos 1-2 minutos por cada lado a fuego alto, solo el tiempo suficiente para que cambien de color. No las cocines demasiado. Retíralas de la sartén y reserva algunas para la guarnición final.
En la misma sartén donde doraste las gambas, añade un poco de aceite si es necesario y tuesta el arroz Carnaroli durante 3-4 minutos, con una pizca de sal, removiendo continuamente. Desglasa con el Champán, vertiéndolo en dos veces y dejando que se absorba por completo cada vez. Este paso es crucial para liberar el aroma y la acidez.
Continúa cocinando el arroz durante unos 15 minutos, añadiendo el caldo de gambas hirviendo un cucharón a la vez, solo cuando el anterior se haya casi completamente absorbido. Remueve regularmente. Aproximadamente 3 minutos antes de que termine la cocción, añade las gambas doradas que reservaste (excepto las de guarnición).
Una vez cocido, apaga el fuego. Añade el tartar de gambas preparado anteriormente, la mantequilla en cubos y una pizca de pimienta negra. Remueve enérgicamente para mezclar todos los ingredientes y crear una consistencia cremosa y brillante. Deja reposar un minuto. Sirve el risotto decorando cada plato con las gambas doradas enteras restantes y unas ramitas de perejil fresco.
Notas sobre Ingredientes y Sustituciones
La Calidad del Champán (o Espumoso)
No es necesario usar el Champán más caro, pero elige un Método Clásico Brut de buena calidad. Evita los espumosos dulces o demasiado aromáticos, que podrían alterar el delicado sabor del risotto.
Gambas: La Frescura es Todo
La frescura de las gambas es fundamental, especialmente si usarás las cabezas y cáscaras para el caldo. Elige gambas con un aroma fresco a mar y una consistencia firme.
Sustituciones
Arroz Carnaroli: Puede ser sustituido por Arroz Arborio, pero el Carnaroli es preferible por su mayor resistencia a la cocción y la liberación gradual del almidón.
Mantequilla: Para una versión sin lactosa, sustituye la mantequilla por Aceite de Oliva Virgen Extra de alta calidad en la fase de mantequilla, o por una margarina vegetal sin lactosa.
Cáscara de Limón: Si no tienes un limón no tratado, o para un sabor más delicado, puedes omitirla o usar una pizca de pimienta de Sichuan para una nota cítrica y picante.
Conservación
El Risotto Champán y Gambas es un plato que se debe disfrutar inmediatamente para apreciar su cremosidad y la cocción perfecta del arroz y las gambas.
Salsa/Caldo: El caldo de gambas se puede preparar con antelación (incluso el día anterior) y conservar en el frigorífico. También puedes congelarlo en porciones para usos futuros.
Risotto Sobrante: Si sobrara, puedes conservarlo en el frigorífico durante un máximo de 1 día. Caliéntalo en la sartén con un poco de caldo o agua para hacerlo nuevamente cremoso, pero la consistencia nunca será como la recién hecho.
Alternativas y Variantes de la Receta
1 – Risotto al Franciacorta y Langostinos: Sustituye el Champán por un buen Franciacorta Brut y las gambas por langostinos, cocinándolos del mismo modo.
2 – Risotto Mar y Cítricos: Añade, además de la cáscara de limón, también la cáscara de lima y, en la mantequilla, 1 cucharadita de jengibre fresco rallado para una nota exótica.
3 – Risotto con Crema de Espárragos: Para un toque de color y sabor adicional, tritura 100 g de puntas de espárragos cocidos con un poco de caldo y añádelos al risotto a mitad de cocción.
Uso y Maridajes
El Risotto Champán y Gambas es un primer plato refinado, perfecto para cenas especiales.
Acompañamientos: Siendo un plato ya rico, no requiere acompañamientos pesados. Una ensalada verde mixta con vinagreta ligera o tomates cherry confitados pueden equilibrar bien.
Maridaje Vino: El maridaje ideal es con el mismo Champán o Espumoso Método Clásico Brut usado para el risotto, frío en su punto justo.
¿Por qué el Caldo de Gambas Casero?
¡El Secreto de un Sabor Incomparable!
Muchos podrían sentirse tentados de usar un simple caldo vegetal, pero os aseguro que dedicar esos 30 minutos a preparar el caldo de gambas marca una diferencia ABISMAL. Las cabezas y las cáscaras de las gambas son un concentrado de sabor y umami. Al hervirlas con las verduras, extraemos todos esos aromas intensos y delicados del mar que impregnan el arroz, transformando un buen risotto en una experiencia culinaria extraordinaria. No te saltes este paso, ¡es el verdadero secreto de chef para un risotto que te hará chuparte los dedos!
FAQ (Preguntas y Respuestas)
1. ¿Puedo usar gambas congeladas?
Sí, puedes usar gambas congeladas, pero asegúrate de descongelarlas completamente y de secarlas muy bien antes de cocinarlas. Conserva también en este caso las cabezas y las cáscaras para el caldo, si es posible.
2. ¿El Champán se vierte todo de una vez?
No, es mejor verterlo en dos veces. Esto permite que el arroz absorba el alcohol gradualmente y fije los aromas del Champán sin «ahogar» el grano.
3. ¿Es indispensable el tartar de gambas crudo para la mantequilla?
El tartar crudo es un toque de clase que añade frescura y una textura diferente al plato. Si lo prefieres, puedes omitir este paso y añadir todas las gambas doradas al final. Sin embargo, el contraste con la gamba cocida es delicioso.

