Bresaola rúcula y parmesano: ¡un clásico!
Un plato frío fácil y rápido de preparar que puede ser servido como entrante o como segundo.

Tres ingredientes protagonistas
• La bresaola es un embutido realizado con carne de ternera salada y curada, baja en grasas y rica en proteínas, por sus valores nutricionales se distingue de la mayoría de los embutidos y es indicada en dietas hipocalóricas.
^{Los embutidos deberían consumirse con moderación y prefiriendo aquellos con bajo contenido en grasas.}
• La rúcula puede ser de dos tipos: salvaje y cultivada; nosotros preferimos la cultivada con hojas más pequeñas y tiernas y de sabor menos picante.
• El parmesano es un queso semigraso y curado, su aporte lipídico está representado principalmente por grasas insaturadas, es decir, grasas llamadas buenas, es altamente digerible y naturalmente libre de lactosa.
^{Los quesos deberían consumirse no más de dos veces a la semana, en pequeñas dosis y prefiriendo quesos frescos.}

Dos fuentes proteicas
En este plato están presentes dos fuentes proteicas: la bresaola y el parmesano.
^{No todos los esquemas alimentarios prevén la combinación de múltiples fuentes proteicas.}

Lo gestiono reduciendo a la mitad las cantidades de las fuentes proteicas individuales:
– mitad de la cantidad respecto a la indicada en el esquema alimentario de bresaola;
– mitad de la cantidad respecto a la indicada en el esquema alimentario de parmesano;
por porción.
O reduzco la cantidad de bresaola y añado un puñado de parmesano en escamas.
En alternativa, consume bresaola y rúcula solamente o parmesano y rúcula solamente.
En este plato de preparación sencilla, lo que marca la diferencia es la calidad de los ingredientes, ¡escógelos con cuidado!