Hoy preparamos los Struffoli Receta de la abuela, un dulce buenísimo que generalmente nunca falta en nuestra mesa en Navidad y Carnaval. Este delicioso dulce se prepara en muchas regiones del sur de Italia y cada una de ellas lo llama con un nombre diferente: Cicerchiata, pignolata, castagnole, purcedduzzi, giggeri, pignolata al miele. Los struffoli están entre los dulces más famosos de la pastelería napolitana, aunque los inventores de tal antigua delicia parecen haber sido los griegos. El nombre del dulce derivaría de la palabra «strongoulus» que significa «redondeado», pero aparte de su historia, los struffoli son realmente irresistibles.
Muchas bolas golosas que se fríen, para luego ser rellenadas con miel y cubiertas con pequeños confites de colores y si se desea, frutas confitadas. Para hacerlos se necesita algo de tiempo, pero son fáciles de hacer y si se desea, se pueden preparar con antelación; de hecho, se mantienen perfectos durante varios días, pero el glaseado con miel debe hacerse al momento. Esta receta es la que preparaba mi abuela, ella no añadía azúcar en la masa. Una receta realmente antigua y simple que en la familia seguimos haciendo. Si nunca has preparado este delicioso dulce, te recomiendo de verdad probarlo.
Te dejo algunas recetas tradicionales de Cerdeña que mi abuela cocinaba en los días festivos
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 8 / 10
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
Ingredientes struffoli receta de la abuela
- 500 g harina 00
- 4 huevos
- 1 naranja (cáscara rallada)
- 60 g mantequilla (derretida)
- c.s. aceite de cacahuete (Para freír)
- 1 pizca sal
- 300 g miel de mil flores
- 100 g azúcar glas
- 2 cucharadas agua
- c.s. confites de colores
- c.s. frutas confitadas ("opcionales")
Herramientas struffoli
- Cuenco amplio
- Rallador
- Film transparente
- Cuchillo
- Sartén para freír
- Espumadera
- Papel absorbente
- Cazuela
Preparación Struffoli receta de la abuela
Comenzamos derritiendo la mantequilla y dejándola templar, la necesitaremos después. Mientras tanto, en un bol bien grande, ponemos la harina tamizada con la cáscara rallada de la naranja.
Añadimos los huevos, pero empezamos con tres y conforme trabajamos la masa, nos regulamos si necesitamos agregar más. Amasamos los ingredientes con una cuchara de madera y cuando vemos que la masa empieza a estar compacta, la trabajamos con las manos. Añadiremos el 4º huevo solo si la masa no se amalgama, (batimos el huevo en un bol y podemos añadir solo la cantidad que necesite la masa). Esto por la gramatura, el peso específico de cada huevo; encuentro importante este paso y cada uno deberá regularse al momento de la masa. Al final, la masa deberá resultar sin grumos, homogénea y no pegajosa.
Una vez lista, dejamos reposar a temperatura ambiente envuelta en film transparente por unos 30 minutos. Pasado el tiempo de reposo, cortamos un trozo de masa y creamos un cilindro en la encimera, no muy grande.
Con un cuchillo cortamos muchos pequeños trozos de masa, yo para darles una forma más redondeada he rodado con las manos cada trozo individual de masa, pero si se desea se puede evitar este paso.
Preparamos un cazo para freír con el aceite de cacahuete, para tener una fritura excelente, debe ser no muy grande y con bordes altos.
Cocinar pocas bolitas a la vez en el aceite caliente, girándolas una o dos veces. Las retiramos con una espumadera cuando estén doradas.
Las colocamos sobre papel absorbente para quitar el aceite en exceso, si se debe freír mucho, recomiendo cambiar el aceite para tener una fritura de calidad.
Para glasear los Struffoli
Tomamos una cazuela y vertemos la miel y el azúcar glas con las dos cucharadas de agua. Derretimos la mezcla a fuego lento, una vez derretida, la retiramos del fuego y añadimos los struffoli.
Girar con una cuchara de madera para que cada bolita tome bien la miel, mientras tanto, añadimos algunos confites de colores.
Cuando aún están calientes, los colocamos sobre un plato de presentación y les damos la forma que más nos guste, se pueden hacer incluso en porciones individuales.
Este paso debe hacerse cuando los struffoli aún están calientes y con las manos húmedas, de lo contrario, la mezcla de miel se solidifica y se vuelve imposible continuar. Finalizamos la decoración con los confites de colores, ahora nuestro dulce está listo para ser servido y ¡buen provecho!
Conservación y variaciones de la receta
Si se quieren unos struffoli un poco más suaves, basta con añadir a la masa una cucharadita rasa de levadura para dulces, les puedo asegurar que son buenísimos. Para tener una buena fritura, las bolitas no deben volverse demasiado oscuras. Quien lo desee puede añadir también frutas confitadas. Los Struffoli se conservan por varios días bajo un campana de vidrio o un contenedor para galletas, pero sin ser glaseados. Quien prefiera evitar la mantequilla, puede utilizar en su lugar 80 ml de aceite de girasol.
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