¿Conocéis esos tiernos bollos de leche rellenos de salami, jamón, provolone y más en las fiestas infantiles? Siempre me han encantado y junto con las pizzitas los comía a montones.
¡Pues eso! Ahora he encontrado la manera de replicarlos en casa, desafortunadamente, incluso más buenos que los originales y además he entendido que en realidad son súper fáciles.
Cada semana hago la dosis de medio kilo y salen aproximadamente 15 de 70/80 g. luego los congelo en una bolsa para congelador y los saco cuando los necesito.
Se descongelan en media hora aproximadamente y siempre quedan suaves como nubes.

Dificultad: Fácil
Costo: Económico
Tiempo de reposo: 2 Horas
Tiempo de preparación: 20 Minutos
Porciones: 15
Métodos de Cocción: Horno
Cocina: Italiana

Ingredientes

350 g harina 00
150 g harina 0
280 g leche (también sin lactosa)
40 g azúcar
1 huevo
50 g manteca (también mantequilla)
10 g sal
10 g levadura fresca
1 huevo
1 cucharadita agua (o leche)
1 pizca sal

Herramientas

1 Amasadora
1 Bandeja
1 Papel de horno

Preparación de la masa

Comencemos preparando los ingredientes y todas las cantidades medidas.
Yo siempre amaso en la amasadora pero obviamente es posible amasar a mano en un bol.
Ponemos a disolver la levadura en la leche a temperatura ambiente.
Luego la vertemos en la amasadora junto con el azúcar y el huevo y los amasamos rápidamente.
Vertemos todas las harinas juntas y comenzamos a amasar hasta que estén perfectamente integradas y la masa esté bien elástica.
¿Qué significa? Que nuestra masa debe haber formado una buena red de gluten, se separará de las paredes y para lograrlo tomará alrededor de 10 minutos.
En este punto añadimos la manteca y por último la sal y esperamos que sean absorbidos por la mezcla.
Cuando esté lisa y brillante y se despegue nuevamente de las paredes de la amasadora estará lista.
La sacamos de la máquina y la ponemos sobre la mesa ligeramente enharinada.
La doblamos sobre sí misma formando una bola bien lisa y la dejamos fermentar al menos una hora en un recipiente cerrado.
Cuando haya duplicado su volumen, puede tardar incluso 2/3 horas, podemos formar bolitas de aproximadamente 70/80 g o incluso más pequeñas.
La técnica es abrir la masa con las manos y luego cerrarla sobre sí misma uniendo todos los bordes en uno, formando bolitas lisas con el cierre hacia abajo.
Coloque las bolitas en una bandeja con papel de horno, bien separadas si no quiere que sus bollos se peguen durante la cocción.
Deje fermentar en la bandeja, cubiertos con una película, durante aproximadamente media hora.
Luego encienda el horno a unos 170 grados.
Antes de hornear, pincele los bollos con huevo batido y un poco de agua o leche y una pizca de sal.
Hornee durante 15 minutos.