¡Os enseño cómo hacer una deliciosísima pizza romana blanca!
¿Conocéis esa pizza blanca que compráis en las panaderías de la Capital? Suave pero crujiente con pocas burbujas pero las justas, con ese toque de aceite y sal que le da sabor y hace que esta pizza sea buena en cualquier momento del día.
¡Sigue mis consejos y prepararás esta pizza romana en casa sin estrés!
- Dificultad: Media
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 1 Día
- Porciones: 6
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico, Horno
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 300 g harina 0
- 250 ml agua
- 10 ml aceite de oliva
- 3 g levadura de cerveza comprimida
- 5 g sal
Instrumentos
- 1 Amasadora
- 1 Bol
- 1 Pala para pizza
- 1 Piedra refractaria
Pasos
Comencemos
Para preparar la pizza romana comenzamos poniendo toda la harina y 220 ml de agua en la amasadora y la hacemos girar.
Yo utilizo el batidor plano pero si quieres puedes usar el gancho.
Amasa bien bien y luego deja reposar la masa a temperatura ambiente (18-20 grados) por un tiempo que va de 20 minutos a 24 horas.
En nuestro caso, unas 3/4 horas serán suficientes.
Para saber más puedes leer este artículo: https://www.molinomoras.it/blogs/consigli-e-benessere/lautolisi#autolisi
Una vez que nuestra masa para pizza romana haya terminado sus horas en autolisis,
vamos a disolver la levadura en el agua restante y comenzamos a añadirla a la masa de autolisis.
Ponemos en marcha la amasadora.
Añadimos inmediatamente después la sal y mientras la amasadora gira también el aceite.
En este punto amasamos hasta obtener una masa lisa y bien integrada.
Volcamos nuestra masa para pizza sobre una superficie y dejamos reposar unos 20 minutos.
Cada 20 minutos realizo dobleces de refuerzo y hago 2 o 3.
En este punto espolvoreo un recipiente con sémola y pongo mi masa.
Después de unos 10 minutos lo cierro y lo guardo en el frigorífico.
Dejo reposar y madurar mi masa unas 12 horas.
Después de haber madurado todas estas horas en la nevera, cogemos nuestra masa y la vertemos sobre una superficie con sémola espolvoreada. La dividimos en dos bollos y comenzamos a extender el primero.
Mientras tanto, introducimos la piedra refractaria en la primera ranura inferior del horno.
Encendemos el horno y lo hacemos llegar a una temperatura de 250/275 grados.
Debe estar al máximo de calor.
Extendemos nuestro bollo para pizza blanca con los dedos delicadamente usando sémola remolinada debajo y encima.
Condimentamos la pizza con abundante aceite y sal y deslizamos la pizza sobre la piedra refractaria.
Cocinamos durante unos 15 minutos.
¡Saca del horno y disfruta!
