Los escalopines de pollo con salvia y limón son un segundo plato sencillo y refinado, perfecto para un almuerzo o cena ligera pero rica en sabor.

Gracias a su rápida preparación y a los ingredientes fácilmente disponibles, los escalopines son un plato ideal incluso para quienes tienen poco tiempo pero no quieren renunciar a una comida sabrosa pero ligera.

Sírvelas acompañadas de una guarnición ligera o de un simple arroz blanco.

También puedes prepararlas un poco antes y calentarlas en el momento para disfrutar de la cena sin pasar la noche en la cocina!

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Dificultad: Fácil
Costo: Medio
Tiempo de preparación: 10 Minutos
Porciones: 4
Métodos de Cocción: Fuego
Cocina: Italiana
Estacionalidad: Todas las estaciones

Ingredientes

1 pechuga de pollo (aproximadamente 800 gramos)
1 limón (el jugo y la cáscara)
Unas hojas salvia
c.s. harina
30 g mantequilla
1 cucharada aceite de oliva virgen extra
Medio vaso vino blanco
c.s. sal
c.s. pimienta negra

Herramientas

Sartén
Mazo de cocina
Exprimidor
Rallador

Pasos

Primero, cortamos la pechuga de pollo para obtener escalopines. Si es necesario, podemos aplanarlos con un mazo de cocina para obtener un grosor uniforme.
Enharinamos y sacudimos el exceso de harina.
En una sartén grande, calentamos la mantequilla con el aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añadimos las hojas de salvia y dejamos freír durante un minuto, hasta que liberen su aroma.
Colocamos los escalopines de pollo en la sartén y los cocinamos durante 3-4 minutos por cada lado, hasta que estén bien dorados. Ajustamos de sal y pimienta durante la cocción.
Agregamos un poco de vino blanco y dejamos que el alcohol se evapore.
Una vez cocidos, añadimos el jugo de limón y la cáscara rallada en la sartén. Cocinamos por otro minuto, mezclando bien para que el pollo tome sabor.
Cocción de escalopines
Cocción de escalopines
Quitamos los escalopines de la sartén y los servimos calientes, adornados con hojas de salvia y, si se desea, con una rodaja de limón para decorar.
Buen provecho.
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