Pasta fría con ricotta, mortadela y tomates cherry. La probé un poco por casualidad, con lo que tenía en la nevera, y me enamoré al primer bocado.
Cuando hace calor, las ganas de cocinar van por debajo de cero… ¡pero el hambre no!
Por eso amo las pastas frías cremosas, como esta: ricotta, mortadela y tomates cherry, pocos ingredientes pero perfectamente equilibrados. Se prepara en un momento, no necesita condimentos complicados y gusta a todos.
Es el plato ideal para llevar a la playa, a la oficina, o para servir en una cena de verano sin estrés. Fresca, rápida y lista incluso con antelación: una de esas recetas inteligentes que te salvan el almuerzo y además lucen bien.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4 Personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano
Ingredientes
- 350 g pasta (penne o casarecce)
- 300 g ricotta
- 150 g mortadela (en cubos)
- 200 g tomates cherry
- al gusto sal
- al gusto aceite de oliva virgen extra
- Algunas hojas albahaca
Herramientas
- Cuchillo
- Tabla de cortar
- Olla
- Fuente
Pasos
Ponemos a hervir una olla de agua. Apenas hierva, añadimos la sal y echamos la pasta.
Mientras tanto, preparamos el condimento.
Tomamos una fuente o un bol bien grande, así después metemos la pasta adentro.
Cortamos los tomates cherry en trozos pequeños, luego hacemos lo mismo con la mortadela. Vertemos todo en la fuente.Ponemos la ricotta junto con los tomates y la mortadela, una pizca de sal, un poco de aceite y un cucharón de agua de cocción de la pasta. Mezclamos bien hasta obtener una crema homogénea.
Una vez cocida, escurrimos la pasta y la pasamos inmediatamente por agua fría para detener la cocción y enfriarla.
Vertemos la pasta fría en el bol con el condimento y mezclamos bien hasta que todo esté bien integrado.
Nuestra pasta fría con ricotta, mortadela y tomates cherry está lista. Emplatamos con algunas fojitas de albahaca encima… ¡y buen provecho!
Conservación y consejos
Conservar en la nevera en un recipiente hermético.
Podéis sustituir la mortadela con jamón cocido en cubos.
Consumir el día siguiente.
Para una versión más deliciosa podéis añadir cubos de provola.
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