Bizcocho de manzana y canela, un dulce que recuerda un poco a los pasteles de las abuelas, para disfrutar con una taza de té. Esta receta es sencillísima y rápida de preparar, perfecta para el desayuno o la merienda de cada día, tanto para adultos como para niños. Yo, cuando se trata de dulces con manzanas, nunca sé resistirme, ya sean tartas, bizcochos, muffins o incluso galletas. Si además, en cada bocado está ese sabor que tanto amo de la canela, entonces se convierten en mi dulce otoñal favorito por excelencia. Os confieso que, cuando pensé en realizar esta receta el otro día, casi me quedo sin manzanas. Y es que aquí en casa no las come nadie, salvo una variedad particular que se encuentra en el supermercado en un periodo diferente. En pocas palabras, en el cesto de la fruta me encontré con una sola manzana. En defensa de toda la familia, o de quien haya comido la penúltima manzana, llevaba algunos días sin hacer la compra y prácticamente no teníamos fruta. Bueno, para no alargarlo demasiado, utilicé la única manzana que quedaba y la coloqué sobre la superficie de la masa, después de cortarla en 8 partes. Digamos que me las arreglé, aunque en realidad hubiera querido usar más. De cualquier modo, este pastel es deliciosísimo y perfecto para mojar en leche o té. Es sin mantequilla y se prepara sin batidoras eléctricas. Así que no tenéis excusas para no probarlo, porque es superrápido de preparar. Y ahora, vamos juntos a la cocina, porque el bizcocho de manzana y canela estará listo en un clic!

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