Pasos

• En primer lugar, prepara la masa quebrada. Trabaja en un cuenco la mantequilla blanda con el azúcar y la vainillina ayudándote de una cuchara, hasta obtener una crema. Si lo prefieres, puedes sustituir la vainillina por la ralladura de medio limón lavado y sin tratar. Añade el huevo ligeramente batido con un tenedor y sigue mezclando, hasta que esté bien integrado.

  También para esta receta no he puesto el número de huevos, sino la cantidad. En los dulces, especialmente en la masa quebrada, es muy importante utilizar la cantidad adecuada de huevos, para no obtener una masa demasiado húmeda y pegajosa y por lo tanto difícil de trabajar. La cantidad indicada se refiere a 1 huevo mediano, pero como dije anteriormente, te recomiendo que añadas la cantidad exacta indicada en los ingredientes.

  Una vez que el huevo esté integrado con la mantequilla y el azúcar, añade la harina y sigue mezclando con la cuchara. Luego, una vez que la harina haya absorbido la parte líquida, amasa con las manos, hasta obtener un panecillo liso y ligeramente húmedo, pero no pegajoso.

  Envuelve posteriormente el panecillo aplanado en film transparente y deja reposar durante 1 hora en el frigorífico. El reposo para este tipo de preparación es fundamental, para que la masa quebrada alcance la consistencia adecuada y sea fácil de trabajar. Puedes incluso preparar la masa quebrada el día antes.

  

• Pasado el tiempo de reposo, retira el panecillo, quita el film y extiéndelo con la ayuda de un rodillo hasta un grosor de 1 cm. Para esta operación espolvorea ligeramente con harina la superficie de trabajo, pero no te excedas, por favor.

  Recorta con el molde en forma de corazón de 9 cm de diámetro las galletas. Debes obtener 10 en total. Recorta con un molde más pequeño el agujero en el centro de la mitad de las galletas. Yo he utilizado también uno en forma de corazón, pero puedes usar uno redondo, como para los ojos de buey.

  Coloca todas las galletas en una bandeja forrada con papel para horno y hornea en horno precalentado a 170°C con función ventilada durante 20 minutos, o hasta que las galletas estén doradas en la superficie. Obviamente los tiempos de cocción son relativos, ya que dependen del tipo de horno que tengas.

  Pasado el tiempo de cocción, retira del horno y deja enfriar. A continuación, pon un poco de mermelada en el centro de las galletas enteras y coloca encima de cada galleta las que tienen el agujero en el centro.

  

• Ahora derrite el chocolate negro en el microondas a máxima potencia en varias veces y removiendo cada vez, para evitar que se queme el chocolate. Coloca todo en una manga pastelera y decora con pequeñas líneas sobre cada galleta. Como alternativa a la manga pastelera, puedes distribuir el chocolate negro utilizando la punta de una cuchara.