Pasos para preparar el ROLLO FRÍO DE CALABACINES

• Como primer paso, lave los calabacines, elimine los extremos y, con una mandolina o un cuchillo lo suficientemente largo y bien afilado, córtelos a lo largo, con un grosor de aproximadamente 5 mm.

  

• Tome su parrilla antiadherente, caliéntela muy bien y comience a asar los calabacines.
  Una vez asados los calabacines, extiéndalos sobre papel absorbente para eliminar cualquier agua de vegetación residual.
  N.B.: en la lista de ingredientes os he recomendado los calabacines claros y lo confirmo también aquí; si podéis, utilizadlos en lugar de los oscuros, ya que contienen naturalmente menos agua y son por tanto más adecuados para esta receta.

  

• Mientras esperáis que los calabacines se enfríen, ocupémonos del relleno: en un bol verted el atún bien escurrido, el queso untable (para la cantidad, id realmente al gusto, yo utilizo aproximadamente tres cucharadas) y, si queréis añadir un toque extra de sabor, aproximadamente media cucharada de mayonesa.
  Mezclad con un tenedor hasta obtener una crema homogénea y dejadla un momento aparte.

  

• Una vez enfriados los calabacines, colocad sobre vuestra superficie de trabajo tres tiras de film transparente para alimentos; debéis aseguraros de que, una vez creado el rollo, quede a los lados una parte libre de film, para crear una especie de ‘caramelo’.

  Colocad los calabacines uno al lado del otro, superponiéndolos ligeramente. Tened en cuenta que deberéis crear preferiblemente tres filas de calabacines (ver FOTO abajo) si los calabacines que tenéis son medianos o pequeños; podéis optar por dos filas si los calabacines que tenéis son más grandes. Todo esto porque de lo contrario os costaría enrollar bien.

  

• Podéis proceder con el relleno: distribuid homogéneamente toda la crema de atún sobre los calabacines y dad una primera ‘espolvoreada’ de almendras en láminas.

  

• Proceded con los tomatitos, previamente lavados, cortados en 4-6 partes según su tamaño y ligeramente salados; distribuidlos con una cuchara, teniendo cuidado de eliminar el agua de los tomatitos que mientras tanto se habrá creado en el bol.

  

• Distribuid, finalmente, la rúcula, un pizca de sal para sazonarla también, más almendras en láminas (o el fruto seco que prefiráis) y podéis proceder con la cierre del rollo.

  

• Enrollad ayudándoos con el film transparente, tratando de hacer el giro bastante apretado y levantando poco a poco el film, que no debe, obviamente, quedarse nunca dentro del rollo.

  

• Concluid el giro, cerrad como un ‘caramelo’ el film que quedó en los bordes de vuestro rollo frío de calabacines y colocadlo en el frigorífico por 1-2 horas antes de servirlo.

  Si queréis acelerar los tiempos de reposo, podéis poner vuestro rollo también en el congelador, lo importante es que no lo dejéis más de media hora, de lo contrario correréis el riesgo de estropear el resultado final.

  

• Y aquí está vuestro ROLLO FRÍO DE CALABACINES, súper fresco, escenográfico y realmente delicioso.

  ¡Inventad muchas otras versiones variando a vuestro gusto el relleno!