Las chuletas de cebolla al horno fueron un gran descubrimiento. Facilísimas y rápidas, obviamente dedicadas a quienes aman esta verdura, con un empanado crujiente y sabroso son un segundo plato delicioso o, servido en menor cantidad, un acompañamiento perfecto para carnes y quesos. Yo he utilizado la espectacular cebolla de Giarratana, pero si encuentras una buena cebolla de Tropea, también irá bien. He sazonado el empanado con parmesano rallado, pero te sugiero probar el pecorino, sabrosísimo y que contrasta bien con la dulzura de las cebollas. Si te gustan las chuletas vegetales, prueba las chuletas de setas, las chuletas de berenjenas, las chuletas de tofu o las chuletas de hinojo.
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OTRAS RECETAS CON CEBOLLAS

- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 3
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todo el año
Ingredientes
- 3 cebollas de Giarratana
- 2 Huevos
- 100 g leche
- 100 g Pan rallado
- 25 g Parmigiano Reggiano DOP
- c.s. Sal
- 4 cucharadas Aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita perejil picado
Herramientas
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- Bandeja
Preparación
Prepara las chuletas de cebolla. Quita la piel de las cebollas. Córtalas en rodajas de aproximadamente medio cm de grosor.
Ralla el queso y mézclalo con el pan rallado y una pizca de sal. Aparte, bate rápidamente los huevos con una pizca de sal y la leche.
Pasa delicadamente las rodajas de cebolla, sin separar los anillos, por los huevos y luego por el pan rallado con el queso. Coloca las chuletas de cebolla en una bandeja cubierta con papel de horno. Sazona con un chorrito de aceite y hornéalas en un horno precalentado a 180°, ventilado, durante unos 30-40 minutos. Perfúmalas con un poco de perejil picado, una pizca de sal y sírvelas.
Conservación
Puedes conservar las chuletas en el frigorífico un par de días.