Una tarta buenísima, pero también facilísima, la tarta de chocolate blanco y limón es una verdadera delicia. Una tarta sin levadura, con poquísima harina, que queda cremosa por dentro y que me encanta enriquecer con una mermelada de arándanos 100% fruta, que aporta una nota ácida que combina perfectamente con el chocolate blanco. Es un dulce rico, suave, perfecto para endulzar una comida o para una merienda irresistible. ¿También te encanta el chocolate? Debes probar absolutamente la clásica tenerina o tarta de chocolate. Prueba también el pan con gotas de chocolate, muy esponjoso, o un irresistible tiramisú de chocolate. Otro dulce muy cremoso es el dulce con dos cremas como lo hacía mi tía. En fin, no tienes más que elegir.
No nos queda más que ponernos manos a la obra y preparar la tarta de chocolate blanco y limón.

- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Porciones: 8 Personas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la preparación de la tarta de chocolate blanco y limón
- 4 huevos
- 200 g chocolate blanco
- 100 g mantequilla
- 100 g azúcar
- 1 piel de limón
- 1 pizca sal
- 50 g harina 00
- 100 g mermelada de arándanos
Herramientas
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- Batidora eléctrica
- Molde para tartas 24 cm diámetro
Pasos para la preparación de la tarta de chocolate blanco y limón
Pica groseramente el chocolate blanco. Ponlo en un bol con la mantequilla. Derrite a baño maría teniendo cuidado de no calentar demasiado la mezcla porque el chocolate blanco se estropea fácilmente. Remueve hasta obtener una mezcla homogénea y deja enfriar.
Rompe los huevos y separa las yemas de las claras. Monta las claras a punto de nieve muy firme con una pizca de sal y la mitad del azúcar. Monta las yemas con el azúcar restante. Cuando estén claras y espumosas añade la harina tamizada, la ralladura de limón y el chocolate blanco fundido. Remueve hasta tener una mezcla homogénea.
Solo queda incorporar poco a poco las claras mezclando de abajo hacia arriba para no desmontarlas. Humedece y escurre el papel de horno. Forra el molde y vierte la mezcla. Hornea y cocina en horno estático, a 180°, durante 30 minutos. Deja enfriar antes de servir con mermelada de arándanos, yo he utilizado la de 10% fruta.
Conservación
Puedes conservar la tarta dos o tres días bajo una campana de vidrio.