La pasta con mejillones y miga crujiente, un plato que cuenta la tradición mediterránea con simplicidad y elegancia.
La pasta con mejillones es un clásico atemporal de la cocina del mar. En esta versión, enriquecida con la miga de pan crujiente, se convierte en un perfecto equilibrio entre sabores intensos y texturas contrastantes. Los mejillones, frescos y sabrosos, se combinan con un sofrito ligero de ajo y perejil, mientras que la miga, tostada lentamente en sartén con aceite de oliva virgen extra, añade una nota rústica e irresistible.
Es un primer plato que valoriza ingredientes simples, llevando a la mesa la autenticidad de la tradición y el sabor pleno del mar, con un toque extra que sorprende al paladar.
Ideal para quienes buscan una receta fácil de preparar pero capaz de destacarse por su refinamiento y carácter. Para servir en cualquier temporada, tal vez acompañada de un buen vino blanco seco, para resaltar mejor sus aromas y armonía.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la pasta con mejillones y miga crujiente:
- 1 kg mejillones
- 2 dientes ajo
- 5 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- a gusto guindilla
- 320 g pasta seca (formato preferido)
- 40 g pan rallado
- 1/2 vaso vino blanco seco
- a gusto sal fina
- a gusto perejil picado
Herramientas para la pasta con mejillones y miga crujiente:
- 2 Cacerolas
- 1 Sartén
- 1 Espátula
Pasos para la preparación y cocción de la pasta con mejillones y miga crujiente:
Primero, limpia bien los mejillones, elimina los que tengan el caparazón roto y estropeado.
Quita la barba con un tirón decidido y con un estropajo o un cuchillo limpia bien las conchas.
Lava abundantemente los mejillones bajo agua corriente.
En una cacerola pon 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, el diente de ajo, los mejillones y el vino blanco, cubre con una tapa y deja que se cocinen hasta que se abran.
Apaga el fuego, filtra el líquido de cocción y quita las conchas de los mejillones, deja solo algunas para la decoración final.
En una sartén pequeña pon el aceite de oliva virgen extra restante, el pan rallado y deja que se dore bien moviéndolo con una espátula, una vez dorado apaga el fuego.
En una cacerola lleva a ebullición el agua, échale sal y cocina la pasta al dente.
En una sartén amplia pon los mejillones, el líquido de cocción, un diente de ajo y un trozo de guindilla, calienta bien y añade la pasta escurrida (reserva algunas cucharadas de agua de cocción).
Deja que la pasta se impregne bien, si es necesario añade un poco más de agua de cocción de la pasta, añade la mitad del pan rallado tostado, del perejil picado y mezcla bien.
Sirve en platos individuales añadiendo más miga crujiente y perejil picado.
Consejos:
Como alternativa a los mejillones frescos puedes utilizar los congelados, añádelos todavía congelados en la cacerola con el aceite de oliva virgen extra, el diente de ajo y el vino blanco, cubre con la tapa y cuando se abran están listos, luego sigue la receta.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿Puedo usar mejillones congelados en lugar de frescos?
Sí, es posible utilizar mejillones congelados ya sin concha. Sin embargo, para un resultado más sabroso y auténtico se recomienda el uso de mejillones frescos, que liberan un líquido de cocción rico y natural.
¿Qué tipo de pasta se recomienda para esta receta?
Son ideales formatos como espaguetis, linguine o rigatoni. Lo importante es elegir una pasta que retenga bien el condimento.
¿Con qué vino se acompaña mejor?
Un vino blanco seco y fresco, como un Vermentino, un Fiano di Avellino o un Pecorino, realza los sabores del mar sin dominarlos.