La pasta quebrada a la vainilla, una variante de la clásica pasta quebrada aromatizada con limón o naranja, es perfecta para la realización de deliciosas tartas o para la preparación de galletas simples o rellenas.
La preparación de la quebrada es muy fácil y rápida, solo hay que seguir una regla: trabajar poco la masa para que no se caliente demasiado, de esta manera obtendrás una quebrada quebradiza y no dura después de la cocción.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 1 Hora
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 1 tarta de 22/24 cm.
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la pasta quebrada a la vainilla:
- 300 g harina 0
- 150 g mantequilla (a temperatura ambiente)
- 1 huevo mediano
- 1 yema mediana
- 130 g azúcar granulada
- 1/2 vaina vainilla
Herramientas para la pasta quebrada a la vainilla:
- 1 Bol
- 1 Cuenco pequeño
- 1 Tabla de amasar
Pasos para la preparación de la pasta quebrada a la vainilla:
En un bol grande pon la mantequilla a temperatura ambiente después de cortarla en cubos, añade el azúcar granulada y con una cuchara mezcla bien los dos ingredientes.
En un cuenco pequeño pon el huevo entero y la yema y con un tenedor bátelos bien.
Abre la vaina de vainilla en dos (verticalmente), sin separar las dos mitades, luego con la punta del cuchillo raspa las semillas y añádelas a la mezcla de mantequilla y azúcar.
Añade los huevos y mézclalos en la mezcla y por último agrega la harina previamente tamizada, mezcla rápidamente los ingredientes, cuando comiencen a unirse transfiere la masa a una tabla de amasar previamente enharinada, amasa hasta formar un bloque, cúbrelo con un paño y ponlo en la nevera durante 30 minutos.
Ahora tu pasta quebrada está lista para ser utilizada, puedes hacer tartas (la dosis es para un molde de 22/24 centímetros de diámetro) horneándola a 160° durante unos 30 minutos, o para la realización de galletas simples o rellenas.
Consejos:
La vaina de vainilla se puede utilizar para: aromatizar el azúcar, aromatizar las infusiones y el té o para aromatizar la leche. También puedes secarla, ponerla dentro de una gasa y utilizarla para perfumar los cajones.