La piadina forlivese receta tradicional gruesa, conocida también como piadina cesenate, es la variante más rústica y sustanciosa de la piadina romagnola. Si la versión de Rímini es delgada, suave y flexible, la típica de las zonas de Forlì y Cesena se distingue por su mayor grosor y por la masa rica, con una cantidad mayor de manteca. El resultado es una piadina más gruesa, suave por dentro y crujiente por fuera, perfecta para acompañar rellenos ricos y sustanciosos.
Esta preparación tiene sus raíces en la vida campesina romagnola. La piadina era el pan diario, cocinado en el testo de terracota o hierro fundido y servido para acompañar platos simples pero nutritivos. En los campos de Forlì y Cesena la piadina adquiría una consistencia más completa, capaz de saciar incluso a quienes pasaban jornadas enteras en el campo. De aquí nace la tradición de la piadina gruesa, aún hoy considerada un símbolo de la Romagna más rústica y auténtica.
Preparar la piadina forlivese en casa significa redescubrir un sabor que huele a tradición y convivencia. Con pocos ingredientes genuinos y una cocción rápida, se lleva a la mesa un producto que conserva todo el encanto de la cocina de las azdore, guardianas de la memoria gastronómica romagnola.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 6 piadinas
- Métodos de Cocción: Estufa
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la piadina forlivese receta tradicional gruesa:
- 100 g manteca de cerdo
- 500 g harina 00
- 250 ml agua tibia
- 1/2 cucharadita bicarbonato
- 10 g sal fina
Herramientas para la piadina forlivese receta tradicional gruesa:
- 1 Bol
- 1 Tabla de amasar madera
- 1 Rodillo
- 1 Sartén antiadherente
Pasos para la preparación y cocción de la piadina forlivese receta tradicional gruesa:
Coloca la harina en un bol grande y añade en el centro la manteca a temperatura ambiente. Agrega la sal y el bicarbonato, luego comienza a incorporar el agua poco a poco, amasando con las manos hasta obtener una masa suave pero consistente.
Forma una bola lisa, cúbrela con film transparente y déjala reposar a temperatura ambiente durante unos 30 minutos. Luego divide la masa en 6 partes iguales y extiéndelas con el rodillo hasta un grosor de medio centímetro o un poco más, manteniendo un diámetro de 20-22 cm.
Calienta bien una sartén antiadherente, una plancha de hierro o el tradicional testo romagnolo y cocina las piadinas una a una, durante 2-3 minutos por lado, hasta que se doren y aparezcan las típicas burbujas.
Sírvelas calientes, acompañadas de rellenos sabrosos y sustanciosos, como embutidos, quesos curados o verduras asadas.
Rellenos típicos de la piadina forlivese:
La piadina forlivese, en cambio, es más gruesa y sustanciosa. Debido a su consistencia no siempre se dobla por la mitad: a menudo se sirve abierta y se rellena por encima, o se corta en porciones, como un pequeño pan plano. Por lo tanto, es más adecuada para ser consumida cómodamente en la mesa, especialmente si se rellena con ingredientes ricos y abundantes como salchicha, cebolla o quesos curados.
Aquí algunos rellenos recomendados:
Salchicha y cebolla → el más tradicional y rústico.
Embutidos sabrosos → coppa, panceta, mortadela.
Quesos curados → pecorino, parmesano, caciotta, squacquerone pero en cantidades abundantes.
Verduras a la parrilla (pimientos, berenjenas, calabacines) + quesos fundidos.
Rellenos “robustos” → hierbas de campo salteadas, patatas, champiñones
FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿Cuánto debe ser de gruesa la piadina forlivese?
El grosor varía de 5 a 8 mm: es decididamente más alta que la piadina riminese.
¿Por qué se usa más manteca en esta variante?
La mayor cantidad de manteca hace que la masa sea suave por dentro y crujiente por fuera, confiriendo un sabor más rico.
¿Cuáles son los rellenos más adecuados para la piadina forlivese?
Los más típicos son salchicha y cebolla, quesos curados, verduras a la parrilla y embutidos de sabor decidido.
¿Cómo se conserva la piadina forlivese?
Se mantiene envuelta en un paño durante algunas horas, o se puede congelar después de la cocción y recalentar al momento de usar.

