La polenta en el multicooker, una preparación fácil y rápida con un resultado perfecto.
Para esta receta se utiliza la polenta de maíz clásica (no la precocida) y con una cocción a presión de solo 8 minutos tu polenta está lista, cremosa y sin grumos… casi un milagro.
Si no tienes el multicooker puedes realizar la polenta con la olla a presión, los ingredientes y los tiempos de cocción son iguales.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Instant pot
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes para la polenta en el multicooker:
- 250 g harina de maíz bramata
- 10 g sal fina
- 1 cucharada aceite de oliva virgen extra
- 1.5 l agua natural
Herramientas para la polenta en el multicooker:
- 1 multicooker
- 1 Batidor de mano
- 1 Bol
Pasos para la preparación y cocción de la polenta con el multicooker:
Pon en la cesta del multicooker el agua y la sal, mezcla bien y cierra la tapa y la válvula, configura el programa de cocción al vapor y cuando comience el conteo para la cocción apaga la olla, deja que se despresurice; de esta manera tienes el agua hirviendo, alternativamente puedes hervir el agua sin tapa usando la función de sofreír (con la cocción a presión es la más rápida).
Pon en el agua la harina de maíz poco a poco y con el batidor de mano mézclala con el agua, luego añade el aceite de oliva virgen extra, mezcla bien hasta obtener una mezcla homogénea.
Cierra la tapa, la válvula y configura el programa de cocción a presión durante 8 minutos, pasado el tiempo apaga la olla, deja que se despresurice lentamente y quita la tapa.
Con el batidor mezcla bien la polenta y transfiérela a un bol grande, tu polenta está lista para ser consumida en su pureza, frita, al horno u otras preparaciones.
Consejos
Para esta receta hemos utilizado una proporción de 1:6 entre la harina de maíz y el agua, a nuestro parecer es perfecta, si prefieres una polenta más espesa (también en función de tus preparaciones) puedes utilizar una proporción de 1:5 (es decir, 250 de harina y 1250 de agua).