Albóndigas de pollo un segundo plato facilísimo de hacer, perfecto para toda la familia. Preparar las albóndigas así es realmente un juego de niños, se pone todo en la batidora, luego se forman las albóndigas y se cocinan. Sin tener que llamar al carnicero antes para avisarle de preparar la carne picada de pollo, aunque, en caso de que la encuentres, puedes usarla tranquilamente también. Generalmente, para tener la carne de pollo picada, hay que encargarla el día anterior, porque después de picar el pollo no se puede picar más carne roja, que también puede consumirse cruda, por el riesgo de transmisión de la salmonela. Pero volvamos a nuestras albóndigas, yo las preparo con pechuga de pollo que es más fácil de encontrar, y que a menudo compramos porque es muy saludable pero luego no tenemos ganas de comerla a la parrilla.. ¿Qué opinas de esta solución? ¡Estoy segura de que incluso los más pequeños lo apreciarán!

- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 3
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 250 g pechuga de pollo
- 70 g Parmigiano Reggiano DOP (rallado)
- c.s. romero
- c.s. sal
- c.s. pimienta negra
- 100 g pan rallado
- 50 ml vino blanco
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- 1 diente ajo
Utensilios
- 1 Batidora
Pasos
Vierte la pechuga de pollo, entera o en rodajas en la batidora y dale una primera picada.
Añade el parmigiano rallado, el romero, la sal y la pimienta y sigue batiendo hasta obtener una mezcla homogénea.
Toma montones de pollo y, pasándolos entre tus manos, forma pequeñas albóndigas.
Pasa cada albóndiga por el pan rallado y coloca en una tabla.
Procede de la misma manera hasta acabar todas las albóndigas de pollo.
Calienta el aceite en una sartén, añade el diente de ajo y unas ramitas de romero. Deja calentar hasta que el ajo y el romero comiencen a chisporrotear.
Coloca las albóndigas de pollo en la sartén, déjalas dorar a fuego alto durante unos minutos girándolas de vez en cuando.
Cuando estén bien doradas, añade el vino blanco y deja cocinar unos minutos más hasta que el fondo de cocción se haya reducido y obtengas una crema densa y sabrosa.
Sirve en platos bien calientes.
CONSERVACIÓN
Puedes conservar las albóndigas de pollo ya cocidas, en el frigorífico, cerradas en un contenedor hermético para alimentos, durante dos días.