Bechamel Delicada: una salsa versátil e irresistible.
La bechamel es una de las salsas más queridas y versátiles de la cocina italiana, capaz de enriquecer platos simples y sofisticados con su consistencia cremosa y su sabor delicado.
Aunque hoy en día la llamamos comúnmente «bechamel», su nombre correcto en Italia es «balsamella», una palabra que deriva del término latino «balsamum», con referencia a un aroma delicado y perfumado, tal como el sabor de esta salsa. Los orígenes de la salsa se remontan a la Francia del siglo XVII, donde se la llamaba «sauce Béchamel», en honor a Louis de Béchameil, un financiero de la corte que se dice perfeccionó la receta. Con el tiempo, la salsa se difundió por toda Europa, y Italia la adoptó, convirtiéndose en un ingrediente fundamental de muchas recetas, entre las que se incluyen lasañas, gratinados y pasta al horno.
Esta versión mía de bechamel aterciopelada (o balsamella, si queremos ser precisos) es ligera y fácil de preparar, con pocos ingredientes simples pero genuinos, como mantequilla, harina, leche y una pizca de nuez moscada. Con una preparación rápida y sin complicaciones, será el condimento perfecto para cualquier tipo de receta, desde verduras gratinadas hasta pasteles salados, pasando por los platos de pasta más elaborados.
LEER LOS CONSEJOS ÚTILES AL FINAL DE LA RECETA.
OTRAS RECETAS INTERESANTES:

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 2 Minutos
- Porciones: 250 g
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Gastronomía
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 250 ml leche
- 25 g mantequilla
- 25 g harina tipo 1 (o 00)
- nuez moscada
- sal fina
- pimienta negra
Pasos
Calentar la leche sin llevarla a ebullición; de esta manera la salsa bechamel delicada estará lista en pocos minutos.
Derretir la mantequilla a fuego medio/bajo, primero cortada en trozos (de esta manera se derretirá antes).
Añadir la harina previamente tamizada y mezclar con el batidor hasta que se convierta en una masa (roux) granulosa.
Verter la leche caliente y añadir la sal.
Comenzar a mezclar con el batidor y añadir también la nuez moscada y la pimienta.
La bechamel está lista cuando no se desliza fácilmente del dorso de la cuchara.
Trasvasar la bechamel aterciopelada a un recipiente limpio, cubrir con film en contacto sin PVC y dejar enfriar antes de pasar al frigorífico.
Consejos:
Saltar el paso de tamizar la harina puede comprometer el resultado final de la salsa, ya que podrían formarse grumos difíciles de eliminar; sin embargo, si sucede, podéis pasarla por el tamiz en un colador de malla fina.
La bechamel también se puede hacer con aceite; lo importante es que no sea un aceite con un sabor demasiado fuerte.
Apagar el fuego en cuanto la salsa comience a espesarse, porque sigue cocinándose durante unos minutos más. La bechamel debe ser fluida y no demasiado densa, a menos que se indique lo contrario en la receta que vais a realizar.