La tarta blanda de cacao y pistacho, es el pastel que hice para el cumpleaños de mi esposo.
Acaba de pasar el cumpleaños de Alessandro que este año celebró a cientos de kilómetros de distancia sin nosotros, así que inmediatamente tuve que pensar en otro dulce.
En realidad, no tenía muchas ganas de meterme en la cocina
Pero dado que para alegrar corazones y paladares no hay nada mejor que un dulce, preparé esta facilísima tarta blanda de cacao, rellena de crema namelaka de pistacho. De la namelaka, ya os hablé aquí, y esta vez seguí la receta de G. Fusto tomada del libro «mis 24 horas dulces» mientras que la tarta blanda es una novedad en el blog!
Se trata de una masa muy similar a la del bizcocho, y se vierte en el molde inteligente.
Es, por lo tanto, un dulce fácil de realizar, pero de seguro éxito
¡Consigue el molde inteligente y prepara conmigo la tarta blanda de cacao y pistacho!
OTRAS RECETAS INTERESANTES:

- Dificultad: Fácil
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 40 Minutos
- Porciones: 6
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes
Molde de 24
- 125 g harina tipo 1
- 2 huevos
- 100 g azúcar
- 25 g cacao amargo en polvo
- 12 g levadura en polvo para dulces
- 60 g aceite de arroz
- 100 g leche entera (o desnatada)
- 1 cucharadita pasta de avellanas (* opcional)
- 160 g chocolate blanco
- 82 g pasta de pistachos
- 2 g gelatina (1 hoja tipo paneangeli)
- 220 g nata fresca líquida (al 35% de grasas)
- 6 g glucosa
- 100 g leche entera
- 200 g agua
- 30 g azúcar
- (*alternativamente mojar la tarta con un poco de leche)
Herramientas
- Molde para tartas inteligente de 24
Preparación de la tarta blanda de cacao y pistacho
– Sacar los huevos del frigorífico al menos una hora antes, luego batirlos con el azúcar hasta obtener una mezcla clara; añadir la leche y el aceite en hilo mezclando con las varillas a baja velocidad.
– Añadir las harinas tamizadas y la pasta de avellanas (si la usáis).
– Engrasar y enharinar el molde y verter la mezcla.
– Hornear en horno precalentado a 170°C durante 25-30′ (para mí con ventilación, si es estático calcular unos minutos más)
– Poner a remojo la gelatina en 10 ml de agua fría.
– Picar el chocolate blanco y derretirlo al baño maría o en el microondas; añadir la pasta de pistacho y mezclar con una espátula.
– Llevar a ebullición la leche y la glucosa e incorporar fuera del fuego la gelatina escurrida.
– Verter la mezcla de leche, glucosa y gelatina sobre el chocolate blanco con pistacho y mezclar.
– Añadir la nata fría y emulsionar con el minipimer tratando de no incorporar aire para no crear burbujas.
(si durante la emulsión se forman burbujas, tamizar 3 o 4 veces la namelaka con un colador de malla fina).
– Cubrir con film en contacto y pasar al frigorífico durante 12 horas.
Llevar al fuego agua y azúcar. En cuanto el azúcar se disuelva, apagar y aromatizar con una vaina agotada o cáscara de naranja.
– Voltear la tarta blanda en un plato de servir y humedecerla ligeramente con el jarabe frío o con leche.
– Verter la namelaka en la manga pastelera equipada con boquilla de estrella y decorar la base.
* podéis elegir montar la namelaka con las varillas o no; yo no la monté esta vez porque estaba bien firme)
– Decorar al gusto (usé frambuesas y flores de azúcar q.b.) y guardar en el frigorífico en el portatarta o debajo de una campana de vidrio y sacar del frigorífico 10′ antes de servir.
Conservación
se conserva en el frigorífico