Focaccia de alcachofas, suave por dentro y crujiente por fuera

La focaccia de alcachofas es una variante sabrosa y refinada de la clásica focaccia, perfecta para quienes aman los sabores mediterráneos y auténticos. Este pan fermentado conquista con su consistencia única: crujiente por fuera gracias a la cocción dorada, pero suave y esponjosa por dentro, resultado de una fermentación lenta y cuidadosa.

La adición de alcachofas, con su sabor delicadamente amargo y aromático, hace de esta focaccia una verdadera obra maestra de la cocina casera, ideal para servir como aperitivo, acompañamiento o plato único.
¡Preparar una focaccia suave con alcachofas frescas es más sencillo de lo que parece! El secreto está en la elección de los ingredientes: una buena harina para pan, aceite de oliva virgen extra de calidad y alcachofas frescas.

Después de una adecuada fermentación, la focaccia se enriquece con alcachofas salteadas que aportan un sabor irresistible y una consistencia perfecta.

Para un toque extra de sabor, he añadido tomatitos, cebolla y romero pero es posible añadir ajo o queso, que realzan la combinación de sabores y hacen que cada bocado sea aún más especial.
Esta focaccia crujiente por fuera y suave por dentro es una solución ideal para quienes quieren impresionar con una preparación artesanal de sabor auténtico. Puede servirse caliente, recién horneada, o disfrutarse a temperatura ambiente para apreciar aún mejor su consistencia.

Su versatilidad permite adaptarla a diferentes ocasiones: desde una cena informal hasta un aperitivo delicioso. Además, es una receta perfecta para aprovechar las alcachofas de temporada, valorizándolas en un plato rico y apetitoso.
¡Descubre cómo hacer esta focaccia de alcachofas casera, con pocos ingredientes y un resultado delicioso!

  • Dificultad: Fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de reposo: 3 Horas
  • Tiempo de preparación: 20 Minutos
  • Métodos de Cocción: Horno, Sarten
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Primavera, Verano, Todas las estaciones

Ingredientes

  • 2 alcachofas
  • 1 cebolla
  • 150 g tomatitos
  • una ramita de romero
  • aceite y sal al gusto
  • 700 ml agua
  • 12 g levadura de cerveza
  • 280 ml agua
  • 500 g harina
  • 1 cucharadita de azúcar

Herramientas

  • horno
  • cazuelas
  • sartenes antiadherentes
  • tabla de cortar

Pasos

  • Aquí está el procedimiento:

  • Para comenzar a hacer la focaccia de alcachofas, preparar la masa disolviendo la levadura en el agua con el azúcar.

  • Añadir la harina y mezclar. Cuando el líquido ha sido absorbido por la harina, añadir la sal y amasar hasta obtener una masa suave.

  • Formar una bola y cubrir con film transparente durante 30 minutos.

  • Pasados los 30 minutos, tomar la masa y formar pliegues doblando cada lado sobre sí mismo.

  • Dejar fermentar cubierto con film transparente en horno apagado con la luz encendida durante dos horas.

  • Mientras tanto, preparar las alcachofas. Limpiar las alcachofas quitando las hojas exteriores y cortando la parte dura del tallo. Luego cortar la punta de la alcachofa y dividirlas por la mitad eliminando la pelusa que está en la parte central. Lavarlas y ponerlas 10 minutos en agua con limón.

  • En una sartén, sofreír una cebolla picada con un chorro de aceite, añadir las alcachofas y salar.

  • Dejar que se impregnen unos minutos y añadir agua hasta que estén tiernas.

  • Tomar la masa fermentada y extenderla en una bandeja con papel de horno ligeramente engrasado y condimentarla con las alcachofas

  • Añadir los tomatitos cortados por la mitad, la cebolla cortada finamente y la ramita de romero.

  • Salar y dar un buen chorro de aceite. Hacer los clásicos agujeros y dejar fermentar 30 minutos en horno apagado con la luz encendida.
    Hornear a 180° durante 30 minutos.

  • ¡Buen provecho!😊

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cucinamica

Recetas sencillas de la cocina italiana, desde el aperitivo hasta el postre.

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