El hummus de garbanzos es una de esas recetas que siempre me conquistan, un clásico de la cocina de Oriente Medio que en verano nunca falta en nuestra mesa.

Cremoso, sabroso e increíblemente versátil, es perfecto para untar en tostadas, acompañar a verduras frescas o nos gusta para enriquecer nuestras ensaladas.

Su combinación de garbanzos, tahina, zumo de limón y pimentón crea un equilibrio perfecto de sabor y nutrición, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan una alimentación sana sin renunciar al placer.
Prepararlo en casa es sencillísimo y garantiza un sabor auténtico, sin conservantes ni ingredientes artificiales. Los garbanzos, una fuente excelente de proteínas vegetales y fibra, se trituran hasta obtener una crema aterciopelada, enriquecida con tahina, aceite de oliva virgen extra y especias como el comino o el pimentón para un toque aromático irresistible.

El secreto para un hummus de garbanzos perfecto? Añadir agua fría mientras se tritura, para una consistencia increíblemente suave.
Lo que amo del hummus de garbanzos es su capacidad de transformar cualquier plato. Es ideal para un aperitivo sano, perfecto como base para bocadillos y excelente también como acompañamiento para platos principales.

Sin gluten, rico en proteínas y grasas buenas, es perfecto para vegetarianos y veganos y se adapta a cualquier dieta equilibrada.

Si nunca lo has preparado en casa, te recomiendo intentarlo: una vez que lo pruebes, ¡no querrás dejar de hacerlo! Preparamos juntos esta receta fácil y genuina, perfecta para cualquier ocasión.😀

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