Las rosquillas sardas, son una detrás de otra. Hoy comparto con vosotros la receta de mi suegra. Están buenísimas, se deshacen prácticamente en la boca. Nosotros como tradición usamos manteca de cerdo casera pero vosotros sois libres de sustituirla con mantequilla o margarina. Las rosquillas sardas están hechas de una masa quebrada estirada fina con el rodillo. Friables y sabrosas, estoy convencida de que os enamoraréis de ellas. Para el relleno he utilizado mermelada de cerezas, pero podéis sustituirla por la mermelada que más os guste. Son deliciosas también con nutella.

- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 12
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 500 g harina
- 150 g azúcar
- 2 huevos enteros (más una yema)
- 150 g manteca de cerdo
- 2 sobres vainillina
- 1 sobre levadura para pasteles
- c.s. mermelada
- c.s. azúcar glas
Herramientas
- Tazón
- Amasadora
- Film Alimentos
- Cortapastas
- Rodillo
- Tapetes
Pasos
Preparar la masa quebrada, colocando todos los ingredientes en el tazón, amasar con las manos hasta formar una bola. Envolverla con film alimentario y dejar reposar en la nevera durante unos 30 minutos.
Extender luego un trozo de masa a la vez sobre la encimera enharinada. Con los moldes adecuados formar las rosquillas.
Transferirlas a los tapetes de silicona (también sirve el papel de horno) y hornear durante unos 15 minutos a 180°. No deben oscurecerse demasiado.
Rellenar la parte sin agujero con la mermelada y colocar encima la rosquilla con agujero, de manera que salga un poco de relleno.
Espolvorear con azúcar glas y servir.