¿Cuál es el mejor momento para preparar una tarta de fresas? Hoy he querido utilizar el molde para tartas que me regalaron para mi cumpleaños. Pero sirve cualquier molde que queráis utilizar. Para rellenar he usado la Crema de ricotta, pero podéis sustituirla por lo que más os guste. Sin embargo, os recomiendo prepararla tal cual porque es realmente deliciosa y buenísima.
Os dejo también otras ideas para tartas muy bonitas y deliciosas si sois amantes de las fresas.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera
Ingredientes
- 200 g pasta frolla
- 3 cucharadas mermelada (yo cerezas)
- 250 g ricotta (yo de oveja)
- 3 cucharadas yogur griego de frambuesa
- 2 cucharadas azúcar glas
- c.s. fresas
- unas cuantas hojitas de menta
Herramientas
- Bol
- Batidor de mano
- Manga pastelera
- Espátula
- Molde perforado para tartas
- Tapetes de horno
- Rodillo
Pasos
Preparar la pasta frolla según la Receta, envolverla con papel film y dejar reposar en la nevera durante unos 30 minutos.
Mientras tanto, preparamos la crema de ricotta, ponemos en un bol la ricotta, el yogur y el azúcar glas y con el batidor de mano mezclamos bien.
Dejamos reposar en la nevera.
Extendemos la pasta frolla sobre la superficie de trabajo con el rodillo.
Con el molde formamos la base de la tarta y la ponemos en el tapete.
Preparamos las paredes. Extendemos la pasta frolla y sacamos una tira larga. Para la medida podéis usar el molde.
Y dejamos reposar en la nevera durante aproximadamente 30 minutos.
Pasados los 30 minutos unimos la base con las paredes. Cubrimos con papel de horno y colocamos pesos sobre el papel de horno (yo tengo garbanzos que uso exclusivamente para la cocción en blanco de las tartas). Y horneamos durante 15 minutos a 180º. Luego retiramos el papel de horno y los garbanzos y horneamos otros 15 minutos siempre a 180º
Hasta que quede así.
Con los recortes de pasta preparamos pequeñas florecillas y corazoncitos, y horneamos a 180º durante unos 10 minutos.
Disponemos la mermelada sobre la base de la tarta enfriada.
Transferimos la crema de ricotta en una manga pastelera y con pequeños montoncitos decoramos la tarta.
Terminamos con las fresas, los biscochos y algunas hojitas de menta.
Dejar reposar en la nevera antes de servir.
Para esta tarta se prevé la «cocción en blanco», es decir, sin relleno. Por este motivo basta con forrar la tarta con papel de horno y utilizar pesos para que la tarta no se hinche durante la cocción. Yo siempre uso garbanzos (de hecho, ya no son aptos para el consumo después del primer uso). Una vez enfriados, sin embargo, puede utilizarlos para cada cocción en blanco.
