Bollitos de leche con harina de bajo índice glucémico, ideales para toda la familia, son suavísimos, súper esponjosos como una nube! Estos bollitos de leche son perfectos para rellenar tanto en versión salada como dulce y os conquistarán a la primera prueba, ¡os lo garantizo! ¡Pero ahora corre a la cocina a poner las manos en la masa!
Prueba también:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 5 Horas
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 8Piezas
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para los bollitos de leche con harina de bajo índice glucémico
- 400 g harina de bajo índice glucémico
- 250 g leche parcialmente desnatada
- 40 g aceite de oliva virgen extra
- 4 g levadura de cerveza seca
- 2 g sal fina
- 1 pizca azúcar (o eritritol)
Herramientas útiles
- Balanza de cocina
- 2 Tazones
- Amasadora
- Tablero de trabajo
- Film transparente para alimentos
- Papel de horno
- Raspador
Elaboración de los bollitos de leche con harina de bajo índice glucémico
En el bol de la amasadora, vierte los ingredientes en el siguiente orden: harina, sal (a un lado), azúcar y levadura (al otro lado) y mezcla con un dedo rápidamente.
Luego agrega la leche y el aceite, coloca el gancho amasador y pon en marcha la amasadora, déjala funcionar a velocidad 2 durante 8 minutos, después apaga.
Transfiere la masa al tablero de trabajo, forma rápidamente una bola, colócala en un tazón de vidrio y cubre con film transparente para alimentos, colócala en el horno (apagado y cerrado) para que leve hasta que triplique su volumen (si está caliente, en menos de 2 horas triplicará, de lo contrario tardará un poco más).
Una vez que la masa ha triplicado su volumen, recógela, colócala en el tablero de trabajo y divídela en 8 partes iguales cortando la masa con el raspador (usa la balanza para hacer piezas de igual peso).
Toma cada pieza de masa, aplástala ligeramente, dóblala sobre sí misma desde los lados largos y enróllala formando pequeños rollitos.
Coloca cada bollito en una bandeja forrada con papel de horno y ponlos de nuevo en el horno (apagado y cerrado) para que doblen su volumen.
Una vez que los bollitos hayan doblado su volumen, sácalos del horno, caliéntalo a 180° y, una vez que llegue a temperatura, hornea los bollitos de leche, déjalos cocinar durante 25 minutos (al final de la cocción deben estar bien dorados en la superficie), una vez cocidos, apaga el horno; ábrelo y deja que los bollitos se enfríen de esta manera, una vez fríos, ¡están listos para disfrutar!
NOTAS & CONSEJOS
Los tiempos de levado indicados arriba pueden ser indicativos porque dependen mucho de la temperatura exterior, si afuera hace frío llevará más tiempo, mientras que, por el contrario, si afuera hace calor llevará menos tiempo, regúlate controlando el crecimiento de la masa.
Estos bollitos recién horneados tendrán la corteza exterior crujiente, pero una vez que estén completamente fríos se volverán súper esponjosos!
Puedes, una vez fríos, congelarlos para tener siempre una reserva disponible.
Se pueden rellenar tanto en versión salada como dulce.
¡Son perfectos para la merienda en la escuela de los niños!

