¡La receta de la pasta frolla clásica no puede faltar en los recetarios de todas las amas de casa! Una receta sencilla y básica que sirve para realizar tartas y galletas buenísimas. ¡Pocos y saludables ingredientes para obtener la pasta frolla perfecta, fácil de realizar y que una vez preparada puedes guardar en la nevera por 2 días antes de usarla o si te sobra puedes también congelarla! El procedimiento prevé el uso de la planetaria, pero puedes realizarla también a mano siguiendo el orden de adición de los ingredientes. ¡Pero ahora basta de charla y corre a la cocina a probar la receta de la pasta frolla clásica!
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 4 Horas
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 1
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la pasta frolla clásica
- 1 huevo (entero)
- 1 yema
- 250 g harina 00
- 150 g azúcar
- 150 g mantequilla
Herramientas útiles
- Amasadora
- Tabla de amasar
- Film transparente para alimentos
Preparación de la pasta frolla clásica
Introduce los ingredientes en el bol de la amasadora en el siguiente orden: harina, azúcar, huevo entero, yema, mantequilla a temperatura ambiente cortada en trozos.
Introduce la pala plana y pon la amasadora a velocidad 6 durante 3 minutos.
Transfiere ahora la pasta frolla a la tabla de amasar ligeramente enharinada, compacta la masa y dale forma de bloque, cubre con film transparente para alimentos y coloca en la nevera a reposar durante al menos 3 horas antes de usarla. ¡Puedes usar esta pasta frolla para tartas y galletas!
En este post hay uno o más enlaces de afiliación.
Consejos
Para la cocción de tartas extiende la masa a un grosor de medio centímetro, forra un molde, rellena con crema, chocolate o mermelada y hornea a 200° durante unos 30/35 minutos.
Para las galletas extiende la masa a un grosor de medio centímetro, córtalas con moldes al gusto, hornea en horno caliente a 180° y cocina durante 15/18 minutos.
Si te sobra masa de la pasta frolla clásica puedes congelarla y usarla cuando sea necesario, solo tendrás que descongelarla y la frolla estará como recién hecha.
