La tarta de mermelada es un dulce esponjoso y sencillo, se prepara en pocos minutos y es perfecto para aprovechar el tarro de mermelada abierto que yace en la nevera. Esta tarta sencilla la puedes servir en el desayuno o la merienda, se mantiene esponjosa durante días (¡si es que te dura tanto!), yo he usado mermelada de frambuesa, pero puedes usar el sabor que más te guste. ¡Ahora todos a la cocina a probar la receta!
Si te gustan los dulces para el desayuno y la merienda prueba también:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 1 Pieza
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la tarta de mermelada
- 2 huevos (tamaño XL)
- 220 g harina 00
- 80 g leche semidesnatada (debe estar fría de la nevera)
- 140 g mermelada de frambuesa (o otro sabor que te guste)
- 60 g azúcar (o 20 g de stevia si prefieres)
- 30 g aceite de oliva virgen extra
- 1/2 sobre levadura en polvo para postres
- c.s. azúcar glas
Herramientas útiles
- 2 Cuencos
- Báscula de cocina
- 2 Cucharas
- Espátula
- Tamiz
- Molde para tartas
Preparación de la tarta de mermelada
En un cuenco añade los huevos, el azúcar, el aceite y la leche y con una cuchara mezcla durante 2 minutos rápidamente.
En otro cuenco tamiza y mezcla juntos la harina y la levadura.
Añade las harinas al cuenco con la mezcla líquida y con una cuchara mezcla durante unos minutos hasta obtener una mezcla lisa y sin grumos (realmente lleva poco tiempo, ¡es muy fácil!).
Engrasa y enharina el molde, vierte dentro la mezcla y nivélala con una espátula, vierte la mermelada por encima a cucharadas.
Precalienta el horno eléctrico a 220°.
Una vez que el horno esté caliente, hornea y cuece durante 30 minutos (eventualmente hacia el final de la cocción haz siempre la prueba del palillo porque los hornos no son todos iguales), una vez que la tarta esté cocida, retírala del horno y déjala enfriar fuera del horno.
La tarta al enfriarse es normal que se baje donde hayas puesto la mermelada, una vez fría, quítala del molde, espolvorea con azúcar glas y sirve.
