Las brioche de yogur y chispas de chocolate esponjosas, ligeras y deliciosas son un mimo para el desayuno pero también para la merienda van muy bien. Son buenísimas así de simples, pero podéis rellenarlas con crema de avellanas y serán aún más apetecibles. Gracias al yogur en la masa, las brioche de yogur y chispas de chocolate se mantienen suaves durante unos días, pero son tan golosas que no durarán mucho.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 3 Horas
- Tiempo de preparación: 25 Minutos
- Porciones: 10 Piezas
- Métodos de Cocción: Horno, Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 100 g harina 0
- 300 g harina Manitoba
- 15 g levadura de cerveza fresca
- 1 huevo
- 125 g yogur blanco
- 30 g mantequilla
- 70 g azúcar
- 80 g leche
- 6 g sal
- 90 g chispas de chocolate
- 1 cucharadita extracto de vainilla
Herramientas
- 1 Amasadora Kitchen Aid Artisan
- 1 Bol
- 1 Tapa de tela reutilizable
- 1 Rodillo
- 1 Cuchillo
- 1 Rejilla para dulces
Pasos
En el bol de la amasadora, añadir las harinas y la levadura desmenuzada, añadir el azúcar, el huevo ligeramente batido y la leche, y comenzar a amasar. Se debe obtener un pan suave, homogéneo, tierno pero no pegajoso y bien ligado. Añadir el extracto de vainilla, la sal y empezar a trabajar, luego incorporar la mantequilla poco a poco, dejando que se absorba en la masa antes de continuar con la siguiente. Finalmente, añadir las chispas de chocolate. Colocar la masa sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada, darle forma redonda y transferirla a un bol. Cubrir y dejar que suba durante dos horas o hasta que la masa haya duplicado su tamaño. Después del tiempo de levado, extender con el rodillo la masa sobre la superficie de trabajo enharinada, formando un rectángulo y cortar nueve o diez triángulos. Enrollar cada triángulo empezando desde la base hacia la punta y colocarlos en dos placas de horno forradas con papel de horno. Cubrir y dejar que suban hasta que dupliquen su tamaño: tomará aproximadamente una hora. Cocer en horno estático precalentado a 180°C durante veinte minutos. Una vez listos, dejarlos enfriar sobre una rejilla para dulces antes de servir.
