Los panecillos suaves se agotan rápidamente: tenía que decíroslo de inmediato, es justo que lo sepáis antes de poner manos a la masa, así ya sabéis que una sola dosis de esta masa nunca es suficiente. Los panecillos suaves son excelentes para la merienda, el tentempié o para un desayuno salado, deliciosos solos o rellenos. También son perfectos para la cesta del pan. Digámoslo: ¿a quién no le gustan los panecillos suaves? Yo creo que es difícil encontrar a alguien que no los adore.
La receta proviene del libro «La mia cucina semplice di Life & Chiara». Yo sin embargo he utilizado levadura fresca y leche de vaca en lugar de la vegetal.
Que no te lo pierdas

- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 3 Horas
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 7 Piezas
- Métodos de Cocción: Horno, Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 400 g harina 0
- 6 g levadura fresca
- 1 cucharadita azúcar
- 100 ml agua (tibia o a temperatura ambiente)
- 200 ml leche (o leche vegetal tibia o a temperatura ambiente)
- 2 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita sal (nivelada)
- 150 ml agua
- 1 cucharadita sal
- 2 cucharadas aceite de oliva virgen extra
Herramientas
- 1 Amasadora Kitchen Aid Artisan
- 1 Bol
- 1 Tapa de tela reutilizable
- 1 Rodillo con espesores
- 1 Cortador de pasta 12 centímetros
- 1 Pincel de cocina
- 1 Tapete de horno reutilizable
Pasos
En el bol de la amasadora (pero se puede amasar también a mano) verter la harina, la levadura desmenuzada y el azúcar. Mezclar y luego añadir tanto el agua como la leche templadas o a temperatura ambiente, pero poco a poco. Amasar hasta formar un bonito bollo firme y no pegajoso. Añadir la sal y el aceite de oliva virgen extra, continuando a amasar hasta que esté bien absorbido: el resultado será un bollo suave, homogéneo y elástico. Colocarlo en un bol, cubrir y dejarlo fermentar durante dos horas y media. Cuando su volumen haya duplicado, transferir el bollo a la superficie de trabajo ligeramente enharinada y estirarlo con el rodillo a un grosor de medio centímetro. Con un cortador de pasta de 12 centímetros (aunque se pueden hacer más pequeños y obtener más piezas) sacar círculos y colocarlos en una bandeja forrada con papel de horno o con un tapete reutilizable. Cubrir los panecillos y dejar fermentar durante treinta minutos.
Mientras tanto, preparar la salmuera mezclando el agua con la sal y el aceite. Pasado el tiempo de reposo, pincelar los panecillos con la salmuera y hacer con los dedos los típicos agujeros de los panecillos. Cocer en horno precalentado a 180°C durante veinte minutos o hasta que estén dorados por encima y secos por debajo.