La pizza de calabaza, gorgonzola y speck con la adición de cebolla roja lleva a la mesa sabores extraordinarios. Una masa que madura en el frigorífico (como me gusta a mí), una cobertura rica y sabrosa: ¡perfecta tanto para la cena como para el aperitivo! Si sois amantes de la pizza, estoy segura de que estáis deseando poner manos a la obra para preparar la pizza de calabaza, gorgonzola y speck!
No os lo perdáis

- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 2 personas
- Métodos de Cocción: Horno, Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
- 500 g harina w 290 (yo Caputo Pizzeria)
- 325 g agua (aproximadamente)
- 12.5 g sal
- 15 g aceite de oliva virgen extra
- 5 g levadura de cerveza fresca
- 200 g calabaza delica
- 200 g gorgonzola dulce
- 100 g speck en tiras
- 1 cebolla roja
Herramientas
- 1 Amasadora Kitchen Aid Artisan
- 1 Bol
- 1 Tapa reutilizable de tela
- 1 Bandeja para pizza rectangular
Pasos
Dependiendo del tipo de harina que utilicéis, podría cambiar la cantidad de agua necesaria: podría necesitarse menos o más ya que cada harina tiene un grado de absorción diferente. No la echéis toda de una vez, sino dejad un poco aparte y añadidla a medida que se forme la masa.
En el bol de la amasadora, verter el agua y disolver la levadura, luego añadir la harina y empezar a amasar. Añadir el aceite de oliva virgen extra y finalmente la sal. Trabajar la masa hasta que se forme una bola lisa y homogénea. Transferirla a la superficie de trabajo ligeramente enharinada y cubrirla con el bol. Dejar reposar diez minutos, luego hacer un giro de pliegues de refuerzo laterales. Repetir los pliegues otras dos veces. Después del último, dejar reposar la bola en el bol un poco enharinado y cubierto con la correspondiente tapa reutilizable o con film transparente y luego transferir al frigorífico por ocho horas. Transcurrido el tiempo de reposo, retomar la masa y extenderla en la bandeja ligeramente untada con aceite, cubrir y dejar fermentar a temperatura ambiente por 3 horas.
Mientras tanto, limpiar la calabaza y cortarla en rodajas finas. Disponer las rodajas en una bandeja cubierta con papel de horno sin superponerlas. Ajustar de sal. Añadir unas cucharadas de aceite de oliva virgen extra y hornear a 190° por unos veinte minutos. El tiempo de cocción dependerá de lo gruesas que hayáis cortado las rodajas: antes de sacarlas del horno, verificad que estén tiernas.
Pelar la cebolla y cortarla en rodajas finas.
Transcurrido el tiempo de reposo de la pizza, rellenarla con la cebolla y la calabaza en rodajas. Condimentar con un chorrito de aceite y hornear en horno precalentado a 250 °C por 8 minutos, luego añadir el speck, el gorgonzola dulce en cubos y continuar la cocción por otros 8 minutos.
Notas
Los tiempos de cocción son indicativos porque dependen mucho del horno. Comprobad la cocción y prolongadla si es necesario.
En este contenido hay uno o más enlaces de afiliación.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿Con qué puedo sustituir el gorgonzola?
Sería mejor no sustituirlo ya que es un ingrediente principal de la cobertura. Si realmente no os gusta, utilizad mozzarella para pizza, pero no tendréis sabor. La calabaza sola no tiene mucho gusto y el speck no es suficiente para dar carácter al condimento.