Pasos

• Lava las manzanas, córtelas por la mitad, elimina el corazón y tritúralas con el zumo de los limones. Coloca los trozos de salmón dentro de una fuente para horno, sazónalos con una pizca de sal y cúbrelos con el puré de manzana. Cierra la fuente con la tapa (si tiene) o cúbrela con film y ponla en el frigorífico para que repose durante seis horas. Mientras tanto, lava y pela las patatas, córtalas en gajos, hiérvelas en agua con sal durante cinco minutos, luego escúrrelas y colócalas en una bandeja con cuatro cucharadas de aceite, la salvia y el ajo. Hornea a 200 °C durante veinte minutos. En una cacerola de bordes bajos calienta el aceite y transfiere los trozos de salmón sin el puré de manzana. Si tus trozos de salmón tienen piel, colócalos con la piel hacia abajo. Cocina a fuego bajo vertiéndoles de vez en cuando alguna cucharada de aceite caliente. Dale la vuelta cuando haya adquirido una coloración ligeramente blanca y cocínalo por un par de minutos más. Sirve el salmón con las patatas asadas.