Notas

La feta tiene un sabor fuerte. Para suavizarlo un poco, puedes dejarla unos minutos en agua fría. Si no te gusta, puedes sustituirla por ricotta, pero en este caso no tendrás la spanakopita, tendrás una tarta salada de ricotta y espinacas.

He hecho una espiral, pero también puedes hacer una tarta rectangular o redonda con cuatro hojas de masa debajo, el relleno en el centro y otras cuatro hojas de masa encima (siempre untadas con aceite entre cada una). Luego, con un cuchillo, debes cortar la superficie creando rombos o cuadrados. Untarla con aceite y proceder a la cocción.

La spanakopita se conserva en el frigorífico un par de días, pero la pasta filo pierde su crujiente. Puedes calentarla, pero no volverá a estar perfecta como recién hecha.

No recomiendo congelarla.

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