Los Röstis de patatas no son simplemente una guarnición, sino una verdadera obra maestra de sabor que encierra la sencillez y la riqueza de la tradición culinaria suiza. Detrás de su aparente facilidad se esconden pequeños secretos que, si se desvelan, elevan este plato a una experiencia gastronómica única. En esta receta, te guiaremos paso a paso en la preparación de röstis de patatas perfectos, crujientes por fuera y tiernos por dentro, capaces de conquistar incluso a los paladares más exigentes. Descubrirás los secretos para elegir las patatas ideales, el rallado impecable y las mejores técnicas de cocción, tanto en sartén como al horno. Aprenderás a formar los röstis con la forma y el grosor deseados, desvelando los trucos para obtener un dorado impecable y un sabor irresistible. Con esta guía completa, serás capaz de preparar unos röstis de patatas dignos de un restaurante, sorprendiendo a tus comensales con un plato rico en sabor y tradición. Prepárate para vivir una experiencia culinaria única y a enamorar a todos con tus röstis de patatas caseros! Además de la receta tradicional, te propondremos algunas variantes creativas para hacer que tus röstis sean aún más apetitosos y sorprendentes. Con esta receta, los röstis de patatas no serán más solo una simple guarnición, sino que se convertirán en un verdadero protagonista de tu mesa, un plato que conquistará a todos con su bondad y su sencillez.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 10 Minutos
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4 Personas
- Métodos de Cocción: Horno, Horno eléctrico
- Cocina: Internacional
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera, Primavera, Verano
- Energía 215,46 (Kcal)
- Carbohidratos 15,52 (g) de los cuales azúcares 0,86 (g)
- Proteínas 6,15 (g)
- Grasa 14,54 (g) de los cuales saturados 9,30 (g)de los cuales insaturados 4,84 (g)
- Fibras 1,87 (g)
- Sodio 190,65 (mg)
Valores indicativos para una ración de 120 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes
- 1 kg patatas (Harinosas)
- 100 g Grana Padano rallado
- 100 g mantequilla
- 2 g sal fina
- 1 pizca pimienta negra
- 1 cucharadita aceite de oliva virgen extra
- Unos ramitas romero
Herramientas
- 1 Cuenco
- 1 Horno
Pasos
Como habrás leído, la receta tradicional de los röstis de patatas prevé el uso de patatas harinosas, como la Maris Piper, la Desiree y la Monalisa. Estas variedades, gracias a su alto contenido de almidón, garantizan una masa compacta y un dorado perfecto. Sin embargo, ¡no desesperes si no tienes patatas harinosas! La magia de los röstis está en su versatilidad, que permite obtener un resultado excelente incluso con patatas diferentes. En mi caso, tuve que utilizar patatas rojas de la Sila. Con algunos trucos especiales, he obtenido unos röstis de patatas deliciosos e impecables.
Comienza lavando bien las patatas, y pélalas con un pelador para eliminar la piel exterior. Ralla las patatas groseramente usando un rallador de verduras de agujeros grandes. Este paso dará a tus röstis la consistencia adecuada. Para eliminar el exceso de agua, coloca las patatas ralladas en un colador y déjalas reposar durante unos 30 minutos. De esta forma, el agua se separará de las patatas, facilitando la manipulación de la masa y garantizando una cocción uniforme. Después del tiempo de reposo, es el momento de exprimir las patatas. Puedes hacerlo con fuerza usando las manos o un paño limpio. El objetivo es eliminar tanta agua como sea posible, obteniendo una masa compacta y seca.
Una vez que tus patatas ralladas estén bien secas, transfiérelas a un recipiente amplio y comienza a añadir los otros ingredientes para crear una masa rica y sabrosa que servirá de base para tus röstis de patatas. Empieza con una nuez de mantequilla derretida, ajustando la cantidad según tus gustos y la consistencia deseada para los röstis: si prefieres una masa más blanda, añade otra cucharada. Incorpora el queso rallado, eligiendo entre Grana Padano, Parmigiano Reggiano o Pecorino según tus preferencias. El queso aportará a tus röstis un sabor fuerte y un aroma irresistible que conquistará tu paladar. Añade una pizca de romero picado, la cantidad que prefieras, para dar al plato una nota fresca y mediterránea que lo hará aún más especial. Condimenta con sal y pimienta, ajustando la cantidad según tus gustos y el tipo de queso utilizado. La pimienta, rállala fresca para un sabor más intenso y aromático que realzará los sabores del plato.
Mezcla bien todos los ingredientes, primero con una cuchara para incorporarlos de manera uniforme, y luego con las manos para compactar la masa. Trabaja la masa con energía hasta obtener una mezcla homogénea y compacta, similar a la de la masa quebrada. Si es necesario, añade otra cucharada de mantequilla derretida o una pizca de pan rallado para ajustar la consistencia de la masa. El punto de referencia es obtener una masa que resulte casi pegajosa en las manos, pero aún así manejable y no excesivamente blanda.
¡La masa para tus röstis de patatas está lista! Ahora solo te queda extenderla y darle la forma deseada para obtener un plato delicioso y personalizable. Si prefieres un rösti súper crujiente y delgado, utiliza una bandeja grande que permita que la masa se distribuya uniformemente. Si deseas un rösti más alto y con una consistencia un poco menos crujiente, opta por una bandeja de dimensiones más reducidas. Transfiere la masa a la bandeja elegida. Extiéndela con las manos, utilizando las palmas de manera uniforme hasta alcanzar todos los bordes de la bandeja. Ajusta el grosor según tus preferencias: una masa más delgada dará lugar a un rösti más crujiente, mientras que una más gruesa resultará más tierna y compacta.
Después de haber extendido y nivelado la masa en la bandeja al grosor deseado, para obtener una costra en la superficie aún más crujiente e irresistible, podemos rociar la masa con un velo de aceite usando un pulverizador. Este paso es opcional, pero recomendado para los paladares más exigentes que aman un rösti con una consistencia realmente crujiente en el exterior. El aceite, de hecho, ayudará a crear una barrera que favorecerá el dorado y hará que la superficie del rösti sea aún más fragante y deliciosa.
Ahora que tu masa para los röstis de patatas está lista y extendida en la bandeja, es el momento de cocinarlos en el horno y obtener un plato delicioso e irresistible. Enciende el horno y ajústalo a una temperatura de 200°C en modo ventilado. Si tu horno no dispone de la función ventilada, puedes utilizar el modo estático a una temperatura de 220°C. Una vez que el horno haya alcanzado la temperatura deseada, coloca la bandeja con los röstis de patatas en la rejilla central. El tiempo de cocción para los röstis de patatas en el horno puede variar ligeramente según el grosor de la masa y la potencia del horno. En general, el tiempo de cocción ronda los 30-50 minutos. Durante la cocción, vigila los röstis y contrólalos periódicamente para asegurarte de que no se quemen. Si la superficie comienza a dorarse demasiado rápido, puedes cubrir la bandeja con una hoja de aluminio para evitar que se quemen.
Una vez que hayas sacado del horno y dejado reposar tu rösti de patatas durante unos diez minutos a temperatura ambiente, es el momento de cortarlo en porciones perfectas para una presentación fácil y atractiva. Aquí tienes algunos consejos para obtener un resultado impecable: Si el rösti está aún demasiado caliente para ser cortado, déjalo reposar unos minutos más a temperatura ambiente. Un cuchillo bien afilado es fundamental para obtener un corte limpio y preciso, evitando aplastar el rösti y comprometer su consistencia. Elige un cuchillo con hoja larga y dentada, ideal para cortar alimentos crujientes como el rösti
El rösti de patatas, con su resultado perfecto, está listo para ser servido inmediatamente como guarnición, acompañando un segundo plato en el almuerzo o la cena. También se puede disfrutar frío, como un apetitoso entrante o como aperitivo para una reunión con amigos.
¡Buen provecho de parte de DadCook!
Conservación de los Röstis de Patatas:
Los röstis de patatas son un plato delicioso y versátil que se puede disfrutar caliente o frío. Sin embargo, si te encuentras con sobras, es importante saber cómo conservarlas correctamente para evitar que se estropeen.
Aquí tienes algunos consejos para la conservación de los röstis de patatas:
En el frigorífico: Los röstis de patatas se pueden conservar en el frigorífico durante un máximo de 2 días. Para conservarlos, colócalos en un recipiente hermético o envuélvelos en papel de aluminio. Asegúrate de dejarlos enfriar completamente antes de guardarlos. En el congelador: Los röstis de patatas se pueden congelar durante un máximo de 3 meses. Para congelarlos, colócalos en una bandeja forrada con papel de horno y congélalos hasta que estén sólidos. Una vez sólidos, transfiérelos a una bolsa para alimentos congelables. Para recalentar los röstis de patatas: Se pueden recalentar en sartén, en horno o en microondas. Para recalentarlos en sartén, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio y cocina los röstis durante 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes. Para recalentarlos en horno, precalienta el horno a 200°C y cocina los röstis durante 10-15 minutos, o hasta que estén calientes. Para recalentarlos en microondas, colócalos en un plato apto para microondas y caliéntalos a máxima potencia durante 30-60 segundos, o hasta que estén calientes.
En el frigorífico: Los röstis de patatas se pueden conservar en el frigorífico durante un máximo de 2 días. Para conservarlos, colócalos en un recipiente hermético o envuélvelos en papel de aluminio. Asegúrate de dejarlos enfriar completamente antes de guardarlos. En el congelador: Los röstis de patatas se pueden congelar durante un máximo de 3 meses. Para congelarlos, colócalos en una bandeja forrada con papel de horno y congélalos hasta que estén sólidos. Una vez sólidos, transfiérelos a una bolsa para alimentos congelables. Para recalentar los röstis de patatas: Se pueden recalentar en sartén, en horno o en microondas. Para recalentarlos en sartén, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio y cocina los röstis durante 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes. Para recalentarlos en horno, precalienta el horno a 200°C y cocina los röstis durante 10-15 minutos, o hasta que estén calientes. Para recalentarlos en microondas, colócalos en un plato apto para microondas y caliéntalos a máxima potencia durante 30-60 segundos, o hasta que estén calientes.
Curiosidades:
La receta original requiere enfriar las patatas ralladas antes de cocinarlas. Este paso ayuda a eliminar el exceso de almidón, que puede hacer que los röstis queden blandos. Sin embargo, si no tienes tiempo, puedes omitir este paso y proceder directamente a la cocción. Tus röstis seguirán siendo deliciosos, pero pueden resultar un poco menos crujientes.
Vino para acompañar los röstis de patatas:
Para tus röstis con mantequilla, Grana Padano y romero, recomendaría un vino blanco seco y mineral, como un Pinot Grigio, un Sauvignon Blanc o un Riesling. Estos vinos ayudarán a cortar la riqueza de la mantequilla y el queso y a realzar los sabores del romero.
Si prefieres un vino tinto, puedes optar por un tinto ligero y afrutado, como un Pinot Noir o un Gamay. Estos vinos no abrumarán los sabores del queso y de los röstis.
En general, es importante elegir un vino que te guste y que combine bien con los sabores de tus röstis.
No hay una respuesta correcta o incorrecta, así que experimenta y encuentra tu combinación preferida!

