Sopa cremosa de quinoa y frijoles con espirulina: una explosión de sabor y salud

Sopa cremosa de quinoa y frijoles con espirulina: ¡un concentrado de sabor y salud! Esta sopa es un verdadero concentrado de bondad y salud. La cremosa quinoa se une a los frijoles, ricos en proteínas y fibras, y a la espirulina, un alga con mil propiedades beneficiosas. El resultado es un plato único, perfecto para una cena ligera y nutritiva. Rica en proteínas, fibras y vitaminas, esta sopa es ideal para quienes siguen una dieta vegetariana o vegana. Además, es fácil de preparar y requiere pocos ingredientes. La cremosa consistencia y el sabor delicado pero sabroso, gracias a la adición de cebolla, ajo, zanahorias y especias, la convierten en un plato perfecto para una cena ligera o un almuerzo nutritivo. Aquí tienes algunas razones para probar esta receta: Es rica en proteínas, fibras y vitaminas. Es fácil de preparar y requiere pocos ingredientes. Es vegana y sin gluten. Es deliciosa y nutritiva. ¿Qué estás esperando? ¡Prueba esta receta hoy mismo!

Sugerencias: Puedes utilizar cualquier tipo de frijoles que prefieras. Si no tienes espirulina, puedes comprarla en el sitio web ethos sostenibile o reemplazarla con otra alga verde en polvo. Para hacer la sopa aún más cremosa, puedes añadir un poco de leche de coco o nata vegetal. Sirve con picatostes o arroz integral. ¡Buen provecho!

Sopa cremosa de quinoa y frijoles con espirulina
Sopa cremosa de quinoa y frijoles con espirulina
  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Muy económico
  • Tiempo de reposo: 10 Minutos
  • Tiempo de preparación: 10 Minutos
  • Porciones: 4
  • Métodos de Cocción: Hervido, Cocción lenta, Hornillo
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Todas las estaciones
354,48 Kcal
calorías por ración
Información Cerrar
  • Energía 354,48 (Kcal)
  • Carbohidratos 51,94 (g) de los cuales azúcares 4,11 (g)
  • Proteínas 19,50 (g)
  • Grasa 5,80 (g) de los cuales saturados 1,49 (g)de los cuales insaturados 2,68 (g)
  • Fibras 14,91 (g)
  • Sodio 197,61 (mg)

Valores indicativos para una ración de 250 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.

* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov

Ingredientes

  • 300 g frijoles cannellini secos (O precocidos)
  • 1 tallo apio
  • 1 diente ajo
  • 2 g sal gruesa
  • 4 cucharadas aceite de oliva virgen extra
  • 1 l agua
  • 200 g quinoa
  • 2 cucharadas Espirulina
  • pimiento rojo seco (Hilos de pimiento)

Instrumentos

  • 1 Olla de barro

Pasos

Para hacer la sopa cremosa de quinoa y frijoles con espirulina, yo he utilizado los frijoles secos, pero tú puedes utilizar los precocidos, que son igualmente buenos. Si optas por los precocidos, hazlos hervir igualmente con agua, después de saltear con una cucharada de agua el apio, el laurel y el ajo para darles sabor antes de agregar la quinoa. ¡Esta sopa es un verdadero mimo para el paladar: un concentrado de sabor y salud que gustará a toda la familia!

  • Si utilizas frijoles secos, después de remojarlos por 12 horas, cuécelos en agua con el apio, el laurel y un diente de ajo. De esta manera conservarás el sabor natural de los frijoles. Añade la sal y el aceite solo al final de la cocción. Para profundizar en la técnica de cocción, te dejo aquí el enlace sobre cómo cocinar los frijoles secos al natural.

  • Cuando los frijoles estén listos, añadimos la quinoa directamente en el agua de cocción y la dejamos cocinar siguiendo los tiempos de cocción indicados en el paquete. Remueve con frecuencia y añade agua caliente o caldo vegetal si es necesario.

  • Finalmente, cuando la quinoa esté lista, apaga el fuego y añade 2 cucharadas de espirulina. Mezcla bien para integrar la espirulina a la sopa, luego cubre la olla y deja reposar unos minutos. De esta manera, los sabores tendrán tiempo para integrarse y la sopa será aún más sabrosa.

  • Después de dejar reposar la sopa cremosa de quinoa y frijoles con espirulina, puedes realzar el sabor único de esta alga verde azulada de diferentes maneras. Para una textura aún más cremosa y un sabor más intenso, puedes añadir leche de coco. Si prefieres un sabor más marcado, puedes adicionar especias a tu gusto, como curry, pimentón o pimiento. Personalmente, me gusta dejar que la espirulina sea la protagonista, añadiendo solo un chorrito de aceite de oliva virgen extra en crudo por porción y un toque de sal y pimienta.

  • Tu sopa cremosa de quinoa y frijoles con espirulina está lista para ser disfrutada. Para un toque final de color y picante, yo he adornado con hilos de pimiento. Libera tu imaginación y elige la variante que más despierte tu paladar y ¡buen provecho de parte de DadCook!

Otras variantes

Para un toque cremoso, añade un chorrito de nata fresca o yogur griego.

Para un sabor más intenso, añade un toque de curry, pimentón o pimiento en polvo.

Para un toque crujiente, añade unos picatostes o semillas tostadas.

Para un toque crujiente, añade unos picatostes o semillas tostadas.

Vinos para acompañar la sopa cremosa de quinoa y frijoles con espirulina:

La sopa cremosa de quinoa y frijoles con espirulina es un plato de sabor complejo e interesante. Las notas terrosas de la quinoa combinan bien con el sabor salado de los frijoles, mientras que la espirulina aporta un toque de frescura y un color verde brillante. Aquí tienes algunos vinos que combinan bien con esta sopa:

Vino Blanco:

Vermentino: Un vino blanco ligur con notas de cítricos, hierbas aromáticas y almendras. Sauvignon Blanc: Un vino blanco fresco y aromático con notas de grosella espinosa, pomelo y pimiento verde. Riesling: Un vino blanco alemán con notas de manzana verde, melocotón y flores blancas.

Vino Rosado:

Cerasuolo d’Abruzzo: Un vino rosado abruzzese con notas de cereza, fresa y rosa canina. Bardolino Chiaretto: Un vino rosado veneto con notas de fresa, frambuesa y flores de acacia.

Vino Tinto:

Pinot Noir: Un vino tinto ligero y afrutado con notas de cereza, frambuesa y fresa. Sangiovese: Un vino tinto toscano con notas de cereza, ciruela y tabaco.

La elección del vino depende de tus gustos personales y de la intensidad del sabor de la sopa. Si la sopa es muy sabrosa, podrías preferir un vino tinto más corpulento. Si la sopa es más delicada, un vino blanco o rosado será más adecuado. Aquí tienes algunos consejos para maridar el vino con la comida: Considera el peso del plato. Los platos ligeros combinan mejor con vinos ligeros, mientras que los platos más corpulentos combinan mejor con vinos más corpulentos. Considera los sabores del plato. Los vinos blancos combinan bien con platos de sabores ácidos o cremosos, mientras que los vinos tintos combinan bien con platos de sabores más robustos. Considera tus preferencias personales. Elige un vino que te guste y que combine bien con tu gusto. ¡Espero que estos consejos te ayuden a elegir el vino perfecto para tu sopa cremosa de quinoa y frijoles con espirulina!

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dadcook

Soy un apasionado de la cocina y un profesional, y en este blog comparto mis recetas, fruto de años de experiencia y experimentación. Desde las recetas clásicas de la tradición italiana hasta creaciones más innovadoras, mi objetivo es hacer que la cocina sea accesible para todos, estén donde estén.

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